El Barça se estrella en Valencia

El sueño de Europa ya tiene tintas de pesadilla para el Barça, que no para de encadenar derrotas y decepciones allá donde va. Es una herida dolorosa, que no para de sangrar por mucho que Sito Alonso intente ponerle remedio. En Valencia no fue la excepción y sumó una nueva derrota por 81-76, la 12ª en 18 jornadas en Europa (la tercera derrota consecutiva si contamos la ACB), que convierte en una quimera el pensar en la posibilidad de clasificarse entre los ocho mejores.   

En una semana con doble jornada (El Bamberg visita este jueves el Palau) que se antojaba decisiva para rengancharse en la competición, el Barça se estrelló, víctima de sus propias carencias. Hincó la rodilla el equipo azulgrana víctima de su debilidad defensiva, de su inferioridad en la pelea interior, con los valencianistas Dubljevic y Pleiss como reyes de la zona, de sus problemas para asegurar el rebote (42 valencianos por 24 de los catalanes), de la precipitación cuando recuperaban el paso en el partido, de la falta de un líder que arrastre al equipo, del pésimo nivel de algunos jugadores, como Hanga, Koponen, Tomic o Sanders, que deberían contarse entre sus principales argumentos.

Dubljevic, decisivo

Todo ese lastre unido a los problemas físicos de Moerman, que jugó renqueantem dejó al equipo azulgrana a mitad de camino de lo que soñaba, incapaz de mantener el paso al Valencia, siempre a remolque en el marcador, sin la fuerza para cambiar el guion frente a un rival plagado de bajas (Green, Diot, Vives, Sergi García, Sastre, Latavious Williams) pero sobrado de corazón.

Nadie representó mejor ese corazón que el montenegrino Bojan Dubljevic, el MVP de la última Liga Endesa, 19 puntos y 7 rebotes, pieza dominante dentro de la zona, frente al que no encontró antídoto el Barça, que además tuvo que jugar demasiado tiempo sin Tomic (Seraphin es baja), ya que el pívot croata sumó su cuarta falta personal en el minuto 18, víctima también de su incontinencia, que le llevó a recibir una falta técnica en el peor momento.

Muchas alternativas

El Valencia siempre encontró la chispa de algún jugador que le allanara el camino al triunfo: Rafa Martínez (13 puntos), Doornekamp (12) o Van Rossom (6 puntos, 7 asistencias) tuvieron su momento en el partido, arrropados por un plan de juego en el que todas las piezas encajaron, incluso el irregular Rudez, capaz de sumar dos triples claves cuando el Barça más apretaba.

Tuvo aún más merito por la falta de un recambio de garantías para Van Rossom en el puesto de base (con Diot, Vives y Sergi García lesionados), lo que obligó al joven Puerto y a Abalde a darle relevos.  

El Barça, en cambio, solo pudo vivir del talento de Navarro y Heurtel (14 puntos cada uno, 10 asistencias el base) y del carácter de Oriola (15 puntos, 4 rebotes), demasiado poco bagaje para que llegara a buen puerto la aventura.

Buscó un cambio de guion Sito con la entrada de Pressey de titular. Pero no tardó en claudicar y volver a su apuesta de siempre. El problema es que ayer acabaron fallándole demasiadas piezas (lo de Tomic y Koponen clama al cielo) para que el equipo dejara su montaña rusa.

"Nos han matado  en el rebote, con los problemas de faltas de Tomic.", valoró el capitán Juan Carlos Navarro. "Hemos tenido nuestra oportunidad, pero no ha podido ser. Queríamos hacer una buena semana para engancharnos en la Euroliga y no ha sido el mejor partido", asumió. "¿Qué nos falta? Algo más de consistencia y no cometer tantos errores sencillos y algo más de concentración. Cuando juegas fuera, tienes que jugar con cabeza y a veces jugamos desordenados”.