LA LIGA ENDESA

La ACB, en la encrucijada

El campeonato se inicia con 17 equipos, sin ascensos por segundo año consecutivo y con solo un 30% de jugadores españoles en las plantillas

Barça y Penya serán dos de los protagonistas destacados de la Liga ACB.

Barça y Penya serán dos de los protagonistas destacados de la Liga ACB. / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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Con la fuerza que proyectan dos de las marcas más potentes del deporte mundial, Barça y Madrid, y también con la sonrisa aún en el recuerdo por los recientes éxitos en los Juegos de Río, se presenta la Liga Endesa a partir de este fin de semana.

Protagonistas de las últimas cinco finales consecutivas, los dos grandes de la Liga intentarán preservar su liderazgo frente a proyectos que aspiran a seguir o consolidarse en la élite europea como Baskonia, Valencia, Unicaja o Gran Canaria.

Pero más allá de ese guion conocido, que sigue despertando el interés de los aficionados, e incluso provoca alguna sorpresa como el primer título de los canarios en la Supercopa, y más allá de las estrellas que llegan (Rice, al Palau; Randolph al Madrid, Bargnani, a Vitoria; McCalebb, a Canarias...) la Liga se presenta con 17 equipos en lugar de 18, un precedente, que se vivió en el curso 2008-09, y que obligará a descansar a un equipo en cada jornada.

Esa anomalía, consecuencia de la precariedad en la que viven muchos clubs, no deja de ser relevante en una competición que aún marca la pauta en Europa pero que sigue sufriendo fugas de talento a la NBA (Abrines, los hermanos HernangómezSatoransky...) y perdiendo identidad, como denuncian sus protagonistas, lo que hace que la propia ACB viva ahora en una encrucijada.

SIN ASCENSOS Y DESCENSOS

Son muchos los valores de la ACB, con marcas arraigadas, patrocinadores de lujo como Endesa; un buen acuerdo televisivo con Movistar, que dará la Liga en exclusiva. Pero, al tiempo, es incapaz de dar respuesta a problemas ya sustanciales como la reducción de jugadores españoles o la falta de regeneración de proyectos, con la ausencia de ascensos (solo dos en los últimos cinco años) y descensos.

El Estudiantes es de los clubs que ha aprovechado esa estructura semicerrada, igual que lo podría haber hecho el Gipuzkoa, que finalmente renunció y competirá en la LEB.

El equipo madrileño seguirá un año más en la Liga porque ni Melilla ni Palencia han podido cumplir con los requisitos económicos para subir, una cantidad cercana a los 6 millones de euros tanto por el canon de entrada (3,7 millones) como por el fondo de regulación de ascensos y descensos (1,9) sin contar con el presupuesto de la temporada.

La situaciones de tesorería de la mayoría de clubs reflejan cada año más tensiones. Un crédito de un millón salvó en el último momento al Bilbao del concurso de acreedores; Sevilla seguirá teniendo ACB gracias al respaldo del Betis y la CaixaEstudiantes y Joventut están señalados por su deuda con Hacienda.

SOLO 60 ESPAÑOLES

Tan trascendental como ese dato resulta la reducción de los jugadores nacidos en España, solo 60 de los 204 que competirán esta temporada. O lo que es lo mismo, cerca de 70 por ciento de los que competirán en la Liga son extranjeros, más que en ninguna otra Liga, un porcentaje que era del 42% en la temporada 2010-11 y que llegó a ser del 81% en la 91-92. Otro dato abunda en la pérdida de identificación: 102 jugadores de los 204, han cambiado de equipo esta temporada y de esa cifra, 60 son nuevos en la Liga.

«No entendemos cómo se pueden hacer las cosas tan mal», denuncia Alfonso Reyes, presidente de la Asociación de Jugadores (ABP), que cumple 30 años de existencia. «La NBA ficha a jugadores de todo el mundo, pero sería inimaginable que contara solo con un 30% de jugadores de EEUU como sucede en España, el país donde ese porcentaje es menor. Allí saben cuál es su verdadera identidad», explica Reyes.

«No será por falta de talento, los éxitos de las selecciones cada verano son constantes», remarca el secretario de la ABP, Rafa Jofresa. Y el asesor jurídico e ideólogo del organismo, Joan Deulofeu, que ahora se jubila, abre el círculo de agravios: «Si les quitas a los equipos el derecho a luchar por entrar en competición europea porque las plazas ya están otorgadas y si encima no hay descensos, ¿qué alicientes quedan?»