LIGA ENDESA

Enchufados a la Liga

Un título, dos favoritos, Madrid y Barça, y 16 rivales, decididos a romper la lógica. La ACB se pone en marcha

Lawal tapona a Savané en el Martín Carpena de Málaga.

Lawal tapona a Savané en el Martín Carpena de Málaga. / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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Hasta el 27 de diciembre, fecha navideña escogida con mimo por la ACB para convertirla en un acontecimiento prime time, no se encontrarán Madrid y Barça en la Liga Endesa que se inicia hoy sin que nada haga pensar en un guion con cambio de protagonistas.

Hasta entonces habrá que calibrar desde la distancia la capacidad de respuesta generada desde el Palau al pleno histórico del Madrid (Supercopa, Liga, Copa y Euroliga). El Unicaja hurtó la posibilidad de un pulso anticipado en la Supercopa. Y el Barça lo aprovechó para ganar un título que le sacude presión de encima después de un año en blanco. Así que no quedará más remedio que intuir las fortalezas y debilidades de unos y otros en función del camino que recorran los dos trasatlánticos del campeonato, los dos indiscutibles candidatos a ocupar las dos plazas de la final a mediados de junio.

La condición de Liga de dos no ha dejado de consolidarse en los últimos años, por mucho que algunos datos, como las 9 derrotas del Barça y las 7 del Madrid en la pasada temporada regular, o las declaraciones de los protagonistas, den pistas de lo contrario. "A mí la Liga ya me parece muy competitiva", afirmaba el técnico azulgrana Xavi Pascual esta semana. "Nos quedamos solo con el final, como si la travesía en el año fuera fácil. Todos perdemos partidos contra rivales de la clase media y baja si jugamos mal, y creo que la Liga es muy bonita y muy igualada".

ENCRUCIJADA

La realidad refleja, sin embargo, que Madrid y Barça han jugado las últimas cuatro finales de Liga. cinco de las últimas seis finales de Copa (el Valencia jugó en el 2013) y cuatro de las últimas cinco Supercopas, haciendo valer sus enormes recursos económicos y el potencial de sus infinitas plantillas.

La Liga se encuentra en un cruce de caminos. Por un lado se perciben signos positivos, que arrancan con algo tangencial como el oro del Eurobasket con 9 de los 12 jugadores triunfadores como miembros de la Liga (solo Gasol, Mirotic y Claver juegan fuera) y también el nuevo contrato televisivo con Movistar+. Por otro se mantiene el inmovilismo en la propia ACB para dar un paso en cualquier dirección, algo que su presidente ejecutivo, Francisco Roca, ha sido incapaz de cambiar. El peor síntoma es la falta de ascensos en los últimos cuatro años, a excepción del Andorra, o el conflicto abierto con el Ourense, resuelto con un pacto, que les dará la categoría ACB la próxima temporada.

Dentro de la cancha, la sensación es de que el abismo entre la élite y el resto se amplía y que no cesa el goteo de talento hacia la NBA (Hezonja, Porzingis...) o a ligas más ricas como la rusa o la turca. "El Barcelona y el Madrid distorsionan la competición. Están en otro estatus. Debilitan al resto de equipos, fichando jugadores y cediéndolos a clubs de la propia Liga. No es algo consciente, pero es una realidad", añade el técnico de la Penya, Salva Maldonado.

MODELO EN PELIGRO

El Unicaja de Joan Plaza, que añade a Hendrix, Nedovic, Jackson o Díez y el Valencia de Pedro Martínez, reforzado por San Emeterio, Hamilton, Sikma o Shurna parecen los únicos capaces, por recursos, de seguir la estela de los grandes. Baskonia ha perdido fuelle y otros clubs intentan acomodarse en la clase media como Gran Canaria, Bilbao Basket, CAI Zaragoza o UCAM Murcia. El efecto perverso es que el único modelo propio, el del Joventut y el Estudiantes, que apuesta por la formación, está más tocado que nunca. "Se van jugadores cada vez más jóvenes y el retorno económico es cada vez menor. Hay que salvar el modelo", lamenta Villacampa, dirigente de la Penya.

A pesar de la limitada oposición, Madrid y Barça llegan muy enchufados a la Liga Endesa. El club blanco ha retocado un bloque ganador con dos talentos de la casa (Willy Hernangómez y Doncic) y tres refuerzos de fuera (Thompkins, Taylor y Lima, que se incorporará en enero) y se eleva como el referente para todos. "Me siento orgulloso de que los rivales nos vean como el rival a batir. Es algo que nos toca defender y lo aceptamos porque no hay otra", admite Laso. Mientras, el Barça ha tirado la casa por la ventana para poder mirarse en el espejo. El éxito de la Supercopa le llega como un balón de oxígeno inesperado después de un año sin títulos. "Teníamos la necesidad de estar bien al principio después de un año en blanco. La Supercopa significa mucho para nosotros, nos permite mirar al futuro con más optimismo", resume Pascual.