Desafío de campeonas

La selección afronta el Mundial de Turquía con el podio como objetivo

Alba Torrens, el gran referente de la selección femenina, junto a Nuria Martínez, durante la gira de la preparación.

Alba Torrens, el gran referente de la selección femenina, junto a Nuria Martínez, durante la gira de la preparación. / periodico

LUIS MENDIOLA / BARCELONA

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El baloncesto vuelve a tener una cita con mayúsculas a partir de este sábado: El Mundial femenino en Turquía, un torneo al que la selección que dirige Lucas Mondelo, la vigente campeona de Europa, acude con grandes dosis de ilusión, pero también cargada de prudencia.

Prudencia por el batacazo vivido en el Mundial masculino que sirve de aviso e invita a mantener los pies en el suelo a un grupo ya de por sí dispuesto a poner el contador a cero. Ilusión por su condición de campeona europea y bronce en la cita mundialista de hace cuatro años, en la República Checa, la primera medalla en la historia de los Mundiales para la selección, lo que hace mirar con enorme esperanza el objetivo del campeonato.

«Hemos de estar en cuartos y darlo todo para llegar a semis, y a partir de ahí, a soñar y a disfrutar», explica Lucas Mondelo, el técnico que llegó para regenerar al equipo tras su eliminación en el Eurobasket de Polonia del 2011 y ha devuelto la auotestima al vestuario.

Entre el Europeo del pasado año, en Francia, que coronó a España y este Mundial, la selección ha perdido a dos referentes como Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar, pero está viviendo un proceso plácido de regeneración.

A Turquía llega España con sólidos referentes como Alba Torrens, ganadora de todos los títulos posibles este año con el Galatasaray, incluida el MVP de la final eight, Laia Palau, Marta Xargay o Sancho Lyttle; con otras jugadoras que han dado un paso adelante esta temporada como Anna Cruz o Laura Nichols y con la incorporación de nuevos talentos que han dominado en las categorias inferiores como Laura Gil, Leonor Rodríguez o Leticia Romero.

«Es un equipo competitivo por que las jugadoras lo llevan en el ADN y porque del cuello llevamos colgada una medalla de oro que nos da una responsabilidad», afirma el técnico de L'Hospitalet, sin querer eludir la responsabilidad que asumen como campeonas de Europa.

El 'grupo de la muerte'

Para conseguir su objetivo, a España le aguarda un camino exigente, el llamado grupo de la muerte, en el que debutará este sábado frente a Japón (15.15 horas,Teledeporte), y en el que también están Brasil (domingo) y la República Checa (martes). «El primer día el control de las emociones es clave», dice el preparador español.

El sistema de competición del torneo no permitirá ningún desliz. La primera posición de grupo garantiza el pase a los cuartos de final de forma directa, mientras los segundos y terceros de grupo deberán enfrentarse en los octavos de final.

Estados Unidos, con alguna ausencia notable como Candace Parker y estrellas como Maya Moore, Sue Bird o Diana Taurasi, es el indiscutible candidato al oro en la final del 5 de octubre en Estambul. «EEUU podrían hacer hacer dos o tres equipos diferentes y con todos ser claro candidato al oro. Después hay una serie de equipos a un nivel superior al resto como Australia, Francia o Turquía, reforzado por el hecho de jugar en casa», comenta Alba Torrens sobre la lista de aspirantes a las medallas en Turquía.

En esa lista, por derecho propio, también está la selección española, aunque todas sus componentes lo analizan con mucha precaución. «La ilusión es intentar colarnos en el podio, pero eso está muy lejos», avisa la capitana Laia Palau, de 34 años, que ha llegado a las 200 presencias en la selección. «Lo de Francia fue increíble, pero ya es historia. Tenemos que ver una selección humilde. Nada hace fracasar tanto como el éxito».