El Barça encaja en Belgrado una dolorosa derrota

Superado en actitud, intensidad y confianza, el Barça sufrió una dolorosa derrota en la cancha del Estrella Roja, un equipo inferior sobre el papel, que le pasó por encima (76-65) y le endosó la segunda derrota en tres jornadas de la Euroliga. El equipo de Bartzokas transmitió una imagen más que preocupante en Belgrado y además sufrió la baja de Pau Ribas, que recibió el alta médica hace apenas una semana tras estar ausente desde la pretemporada, lo que eleva las urgencias para el equipo azulgrana que este viernes recibe al Bamberg en el Palau obligado de ganar .

El Barça dejó en el Komebank Arena una de las peores actuaciones en lo que va de temporada. Nervios, errores, pérdidas (15 solo en los primeros 20 minutos; 19 al final) y una espesura incomprensible, sobre todo en un segundo cuarto para olvidar, en el que encajó 31 puntos y un parcial de 18-0 (del 24-31 al 42-31 del descanso).

En pleno desconcierto fue cuando llegó, además, la lesión de Pau Ribas, retirado en camilla de la cancha a causa de un problema en el tendón de Aquiles, cuyo alcance se conocerá tras someterse a nuevas pruebas médicas en las próximas horas, pero que en la primera exploración parece grave.

SIN LÍDER

Más allá de las bajas de Doellman, Navarro, Koponen o Lawal, la derrota del Barça tuvo mucho que ver con la falta de carácter. El equipo de Bartzokas echó en falta además a un líder que asumiera el timón. No apareció Rice, que debería ejercer ese papel, ni lo hizo Tomic. Y tampoco aparecieron dos piezas claves como Perperoglou y Claver, que se han dejado ver con cuentagotas esta temporada, especialmente en ataque, lo cual resulta aún más preocupante en un equipo tan limitado de recursos.

Claver, que ayudó mucho en el rebote (10) , no anotó su primera canasta hasta seis minutos del final. Perperoglou sumós solo dos puntos, así que el balance global de los dos aleros es para a llorar. Solo Oleson dio la cara. Los demás, acabaron desapareciendo entre el caldeado ambiente de la pista serbia y su propia falta de confianza.  La presión del Komebank Arena, el escenario que la Euroliga anunció ayer que será sede de la ‘final four’ del 2018, causó efecto en los jugadores barcelonistas.

No era una diferencia insalvable la del descanso, en cualquier caso, pero el Barça no tuvo capacidad de reacción, a pesar de que fue muy superior el rebote (31 por 23) incluso cuando Bartzokas prescindió de sus dos pívots (Tomic y Dorsey) y optó en el último periodo con Claver y Vezenkov como interiores. Excesivas desconexiones y la concesión de muchas canastas fáciles, en acciones de contrataques, despejaron el camino del triunfo para el Estrella Roja.

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