La moda catalana rejuvenece y se hace 'agender'

Barcelona huele a talento esta semana y huele también a moda, a mucha moda. Se ha respirado en la pasarela donde muchos de los diseñadores son jóvenes promesas, pero sobre todo, se ha respirado y visto en cada uno de los rincones de la Casa Llotja de Mar. La 080 es de lo jóvenes catalanes que se agolpaban día tras días en el edificio esperando cada desfile, en el hall luciendo sus 'looks' disparatados y dando vida a una semana trepidante.

Es posible ese motivo el que haya hecho que Carlotaoms, el dúo formado por Elisabet Carlota y Elisenda Oms, vuelva a ganar el Premio al Diseño Emergente, dotado de 15.000 euros y una plaza en la feria de París, Who's Next. Su colección 'Itineranti' expresa perfectamente un momento muy concreto en el que viven los jóvenes actuales. En tierra de nadie, casi como 'voyeurs' gracias a las redes sociales y aventureros por obligación. 'Itineranti' es azul klein y destaca sobre negros y grises, porque así será el invierno del año que viene.

Pero no sólo eso, también es 'agender', o lo que es lo mismo, que la ropa ya no entiende de sexos y es versátil. Y en este caso, adapta la vestimenta de montaña a la calle, y la mujer viste cómoda tanto como el hombre. Carlotaoms también valora el km.0 y pone de relieve el trabajo de la producción artesanal y local.

Premio al riesgo

Sin duda, la propuesta más arriesgada de este 080 era la de Txell Miras con su colección 'Conventual', por eso se ha llevado el premio a la mejor colección, un pase directo para la siguiente edición. "Es importante para Barcelona que los jóvenes tengamos esta plataforma para darnos a conocer, ya que es muy difícil hacerlo en otras capitales como Milán o París. Aquí podemos hacerlo", señalaba.

Pues bien, si por algo destacó Txell Miras fue porque subió por primera vez a las monjas a una pasarela. Escuchamos campanas y vimos velos, y también vimos a una mujer que a pesar de 'llevar hábito' va cómoda, con tejidos como el jacquard, el neopreno o la lana. Nunca fue tan divertido ser monja y ponerse un color camel, un gris o un negro.

¿Qué aprendimos este 080?

Esta edición ha sido la de las sorpresas, con desfiles que son 'performance' como el de Manuel Bolaño, que congregó a cientos de personas en la Casa Llotja de Mar, aprendimos que los concursos de belleza de la América profunda están más vivos que nunca por sus colores y sus texturas.

Hemos recordado a las primeras mujeres aviadoras con la diseñadora Miriam Ponsa, que las viste con un toque masculino y muy cómodas. Porque, eso sí la mujer ya no va ceñida y no sufre los tacones, ahora se calza zapatos deportivos con pantalones anchos y tobilleros. También nos ha traído el ‘street style’ de los barrios de Nueva York, con la propuesta de Krizia Robustella, que una vez más nos enseña que el sport fashion es un hecho.

Este 080 las colecciones han sido más concentradas, poco maniquíes y colecciones dirigidas a la venta. Sin olvidarnos de los colores, el invierno que viene será de negros y grises, pero brillará el azul klein. Además de los colores muy vivos y setenteros como vimos en Naulover, Lebor Gabala o Who and Whom. Vuelve la raya diplomática y el terciopelo, y no nos abandonan los grandes abrigos de pieles, eso sí todas sintéticas. En definitiva, este 080 Barcelona Fashion hemos aprendido que las flores no solo son para la primavera y que el invierno también puede ser alegre.