Aldomartins, una apuesta por la moda 100% local

La marca de Igualada ha cosechado su éxito gracias a las exportaciones, un 80% de sus ventas y al tejido de punto

Una de las trabajadores de Aldomartins corta tela para confeccionar una prenda, en la fábrica de Igualada.

Una de las trabajadores de Aldomartins corta tela para confeccionar una prenda, en la fábrica de Igualada. / SARA ANDRADE

SARA ANDRADE / Barcelona

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Es difícil hacerse una idea de todo el proceso por el que pasa una colección hasta llegar a la pasarela y a las tiendas. El espectador y cliente solo ve la última parte de todo un engranaje que conlleva cientos de horas de trabajo y dedicación, además de una inversión de dinero que según algunos diseñadores puede rondar los 5.000 euros por colección.  ¿Cómo se crea una colección? El diseño, la producción, el patronaje o la confección son palabras que conoce muy bien la empresa Aldomartins.

Fundada en 1975, conserva la esencia de sus inicios con un legado familiar detrás. Fue el patriarca, Martí Bisbal, quien fundó junto a su socio Aldo un pequeño taller en Sant Martí de Tous, municipio de la comarca de Anoia. El taller dedicado a la confección de punto fue creciendo hasta quedarse pequeño, y entonces se trasladaron a la fábrica de Igualada, de 4.000 m2, donde trabajan actualmente. Martí tuvo tres hijos que se impregnaron del alma del negocio y continuaron con la empresa, cada uno en lo suyo. Martí como gerente y responsable de exportación y 'marketing', Eduard como responsable del departamento de producción, y Núria como diseñadora creativa de la marca.

Éxito en tiempos de crisis

Aldomartins representa la antítesis del funcionamiento de las grandes empresas de la moda, y es un ejemplo de éxito con una apuesta de producción 100% local y contra todo pronóstico en época de crisis. "¿Por qué hemos sobrevivido? Sí que es verdad que muchas empresas han cerrado con la crisis, nuestros puntos fuertes han sido la creatividad y la exportación. Hemos hecho un producto diferente, no hemos ido a pelearnos por los costes, porque aunque intentamos no ser caros, no podemos hacer cosas muy baratas", señala Martí Bisbal.

Su apuesta por la calidad del tejido y por el punto sigue siendo su seña de identidad.  "Parece que hoy en día, vende más si dices que está hecho aquí, pero nosotros no lo hemos hecho por un tema de 'marketing'. Al poner un pie fuera, hemos visto que allí no nos lo podían hacer. Mucha gente se fue fuera porque pensaba que todo era más fácil, y han visto que no. Se encontraron que aquí tenían un producto creativo, pero allí les ofrecían lo mismo que al resto. Además, no tienen capacidad de reacción si no les gusta como queda", puntualiza el Martí.

Las exportaciones, su punto fuerte

Cuando los hijos tomaron el relevo decidieron abrir la empresa hacia las exportaciones, que ahora representan casi el 80% de las ventas. Primero empezaron por Francia, y se expandieron por toda Europa hasta llegar a los 30 países. Ahora son fuertes en EEUU, y se abren camino en Japón y China. En cada país intentan adaptar su producto, haciendo pequeños cambios, en Japón mangas más cortas y color, y en Alemania tallas más grandes.

Disponen de un total de 1.600 puntos de venta en todo el mundo, pero no tienen tiendas propias, sino que venden en 'multimarca'.  El motor de Aldomartins está en su fábrica de Igualada con unos 50  trabajadores que se dedican a confeccionar los muestrarios, pero el peso de la producción se lleva a cabo en otros talleres de la zona.  Su éxito de crecimiento se lo deben también a la creación de una nueva marca, AMS Pure, una línea más contemporánea que combina la piel con el punto.

En la producción, lo primero para Aldomartins es la búsqueda del hilo en ferias, y principalmente en Italia. En su almacén tienen 10.000 colores, además de hilo de verano como puede ser la seda o el algodón, e hilo de invierno, como la lana o el 'cashmere’. Con esta materia prima tejen sus propias telas en las máquinas de tricotosa, y con las telas sus prendas, a máquina o a mano. Entre alguno de sus secretos está lavar las telas antes de tejerlas, para que el cliente final no se lleve el susto.

De la idea a la pasarela

"Una colección puede tener 200 prendas y en pasarela salen unos 20, por eso se hacen más especiales. Se exageran más y la prenda es más vistosa. Si una falda es corta, se hace aún más corta", afirma Núria Bisbal, el alma creativa de la empresa. Hace cinco temporadas que Aldomartins aterrizó en la 080 Barcelona Fashion para presentar sus colecciones y les ha funcionado para posicionar aún más su marca. 

En su taller de diseño trabajan cuatro personas a destajo para presentar cada seis meses una nueva propuesta siempre basada en los colores, sobre todo el rojo, y el 'jacquard', una técnica de tejido que se remonta al siglo XIX. En su taller de Igualada, repleto de muestras de otras colecciones, telas, y dibujos, Núria prepara la colección primavera-verano 2014-2015.

"Dentro de dos meses tiene que estar todo terminado, y encima tenemos que preparar la colección comercial y montar la pasarela. Darle un concepto nos cuesta muchísimo. Quizá hay gente que parte de una concepto, pero nosotros trabajamos a la inversa. Todos los elementos te llevan a un concepto, es una colección muy ecléctica, va cogiendo forma", afirma Núria.

Aldomartins no hace pronto moda, sino que siguen el tempo de las grandes casas de la moda, de un año para el otro. Ahora mismo en sus talleres trabajan con la colección del verano y la de invierno, presentada en enero del 2014. Una vez tienen la colección hecha se distribuye a los 30 'showrooms' que tienen en todo el mundo, donde los propietarios de las tiendas 'multimarca' eligen lo que quieren. Y así, vuelta a empezar.