Las entradas de Bárcenas

Albert Sáez

Albert Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El país anda cabreado por lapublicaciónde lo que podría ser la contabilidad de la caja B del PP que incluye una pormenorizada relación de los sueldos osobresueldos que cobraba la cúpula del partido, cuando estaban en la oposición y cuando estaban en elGobierno. Un tuit resumió este jueves la opinión generalizada: "lacorrupción quizás es inevitable, lo evitable es la impunidad". Sin embargo, sorprenden algunas cosas. La primera que haya dirigentes del PP que sostengan que esos pagos podrían serlegales. Quizás para quienes no tuvieran cargos públicos, pero evidentemente no lo podrían ser en ningún caso para diputados, ministros y presidentes de comunidades autónomas sometidos a estrictos regímenes de incompatibilidades. Lo segundo que llama la atención es el silencio sobre los que pagaban. Poner leña en los que cobran es justo y necesario. Pero no hay corruptos sin corruptores. Ya pasó conFerrovial en el casoPalau. Algunos de los que salen en los papeles publicados se han llenado a la boca de defender el libre mercado y la libre comptencia mientras compraban bajo mano voluntades para conseguir contratos basados en presupuestos que generaban claras ineficiencias y despilfarro en elerario público. Mucho más que el sueldo legal de los diputados o los coches oficiales de les repesentantes institucionales. Pero además, la corrupción es un atentado contra las leyes de mercado porque desincentiva la competencia a partir de la eficiencia y la mejora de la productividad y la basa en el encarecimiento y en el desvío de presupuesto inicial en una suma habitualmente equivalente a lamordida desembolsada. Y la mayoría de los que aparecen en las entradas de la presunta contabilidad deBárcenas son también quienes financian esos diarios que son implacables con los sindicatos o con las autonomías y los acusan de vivir del erario público. Ahora ya sabemos que algunas empresas prominentes viven de untar a los servidores públicos con dinero público. Me quedo con la opción de que los diputados cobren un sueldo digno, los sindicatos reciban ayudas para formación y las autonomías busquen inversores extranjeros de los que no untan. Y los competidores de los prendas que pagaron deberían ser los primeros a manifestarse en Génova.