Al contrataque

El futuro en la niebla

JOAN BARRIL

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Una de las narraciones más sugestivas que recuerdo es obra deJorge Luis Borges a raíz de una cena conBioy Casares y de una frase sobre los espejos que este atribuía al reino de Uqbar. Su título es complicado. Se llamaTlön, Uqbar, Orbis Tertius y consiste en una trama de pesquisa intelectual sobre un país y una civilización que hubiera podido encontrarse en el centro de Asia. Así, al menos en la narración, lo atestiguan las enciclopedias consultadas por el jovenBorges, que llega a la conclusión de que en algún lugar del mundo, en los albores de los grandes descubrimientos científicos, un grupo de expertos en todas las disciplinas humanas se conjuraron para montar la ficción de un lugar inexistente. Los geógrafos describieron con vaguedades los montes y los ríos de Uqbar. A su vez, los matemáticos y los lingüistas decidieron confundir al lector con teorías inciertas pero plausibles. La fascinación por todo lo nuevo incrementaba la credibilidad de ese país gaseoso.Borges, antes del triunfo de los media y de los grandes lobis de opinión y propaganda, había dado con el nacimiento de lo que en adelante sería la ingeniería de la gran mentira universal.

Los sabios de Uqbar deben haber llegado hasta nosotros. Nos encontramos en una España permanentemente falseada por sus heresiarcas. Nos dicen que no van a tocar las pensiones, pero recortan el poder adquisitivo. Nos juran que jamás subirán los impuestos, pero el IVA se encuentra en el 21% y lo que de verdad sube son las tasas por cualquier menudencia. La mentira universal no es faltar a la verdad sino perseverar en la falsedad y venderla a sus víctimas como si se tratase de la única realidad posible. Cada día que pasa, la mentira oficial deja a la población en un precario desasosiego. Lo que hoy puede ser vida, mañana podría llegar a ser la muerte. La mentira universal duele porque no tiene antídotos.

Un error en el uso del Excel

Hace pocas semanas, el nobelPaul Krugmanse atrevió a decir que las políticas de austeridad provenían de un mal uso del programa Excel.Carmen ReinhardtyKenneth Roboffelevaron a categoría lo que solo eran unos cálculos mal pergeñados y poco serios por usar mal ese programa. Un error matemático advertía de que los países con un 90% de déficit jamás se podrían volver a levantar, y fue de esa manera que las autoridades económicas influyeron en los gobiernos, afilaron sus tijeras y nos sumieron a todos en la desesperanza. Los errores matemáticos dejan huella cuando una ciencia exacta ya solo es voluble. Lo mismo le sucedió al transbordadorChallengercuando explotó al poco de despegar. Nos creemos la pantalla, pero parece como si nos quisiera llevar al desastre de Uqbar. Fuera de la pantalla no hay salvación. Por eso miente con tanta contumacia el Gobierno del PP. La conjura universal de los creadores de realidades falsas continúa trabajando ante la perplejidad de los crédulos. Será que ya no nos queda nadie en quien confiar. Ya todo es imaginación perversa y justificaciones -y nunca mejor dicho- de mal pagador.

Mienten, luego sobrevivimos. Cada día un poco peor, pero sobrevivimos.