Identidad, lealtad y complicidad

El repaso de los editoriales del diario refleja los cambios sociales, pero el compromiso con los valores básicos se ha mantenido inalterable

ENRIC SALA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Treinta y cinco años dan para mucho en un cuerpo dinámico por naturaleza como es un diario, y por eso pocos aspectos formales mantiene hoy EL PERIÓDICO con respecto a 1978. El diario ha evolucionado a la par que la sociedad -es decir, los lectores-, y eso se nota de forma meridiana tanto en la selección como en la presentación de la información. Por el contrario, no es una rémora sino un gran activo haber mantenido fidelidad a los valores de referencia fundacionales. El diario se siente particularmente satisfecho de defender hoy los mismos principios y las mismas convicciones que en el momento de su creación, sin que su línea editorial haya sufrido vaivenes y oscilaciones. El compromiso con los valores de la democracia y los derechos humanos, el respeto a la diversidad de creencias políticas y religiosas y la sintonía con los intereses de la mayoría estaban presentes en 1978 y siguen estando presentes hoy. Los editoriales, donde se refleja la toma de posición del diario, han mantenido una línea de coherencia con esas señas de identidad, lo que ha significado lealtad con los lectores y, recíprocamente, la complicidad de estos con el periódico.

Desde el ¡¡Viva la Constitución!! que vio la luz en la portada cuando Tejero y sus secuaces aún tenían en vilo a España hasta el Guardiola, leyenda del día del adiós de un entrenador sin par, los editoriales de EL PERIÓDICO han procurado guiarse siempre por la reflexión y la ponderación pero sin rehuir el compromiso. Alegría, ilusión, decepción, esperanza, escepticismo, felicidad, dolor, satisfacción, frustración... Toda la  gama de sentimientos humanos ha tenido cabida en 35 años de editoriales. Lo que  interesa a los lectores  es lo que interesa al diario. Y eso vale para la información, pero también, y mucho, para la opinión.