MOVILIDAD ASEGURADA DURANTE EL EVENTO ECONÓMICO DEL AÑO EN LA CAPITAL CATALANA

Congreso con bus y metro

La plantilla de autobuses de TMB, ayer, durante la votación para decidir el futuro de la huelga que debía empezar hoy en Barcelona.

La plantilla de autobuses de TMB, ayer, durante la votación para decidir el futuro de la huelga que debía empezar hoy en Barcelona.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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Barcelona cobija desde hoy una ciudad dentro de la ciudad. Fira de Barcelonahospeda a 65.000 hombres y mujeres de 200 países que pasarán cuatro días discutiendo sobre algo tan tecnológico y a la vez tan humanizado como es el teléfono móvil. Más allá de esos muros fuertemente vigilados, compartirán su rutina el millón y medio de ciudadanos para los que este no es más que otro lunes en el que hay que intentar salir adelante. Los de dentro pueden salir, los de fuera no pueden entrar. Es en esa coincidencia en las calles donde celebrarán juntos que el transporte público, todo el transporte público, ha desconvocado la huelga que debía empezar la pasada madrugada.

La de ayer noche fue una asamblea para guardar en la memoria. En el techo de las cocheras de TMB en Sant Andreu, cerca de las vías por las que pasará el AVE rumbo a Francia, unos 2.000 trabajadores de bus hurgaron en su consciencia para anular una movilización nacida de una férrea negociación del convenio colectivo. Decidieron abortar la protesta, el boicot al Mobile World Congress, pero en ningún caso abandonar la lucha legítima por sus derechos laborales. Traducido al lenguaje asambleario, votaronnoa la última oferta de la empresa y votarona desconvocar el paro y seguir negociando.

A POR UN «ACUERDO MEJOR» / Miguel Ángel Arias (UGT), presidente del comité de empresa de bus, lo tuvo más complicado que de costumbre. Subido a una grúa y con una megafonía que se quedó afónica, llamó al orden en varias ocasiones ante los intentos de evitar que los compañeros de los sindicatos expresaran su postura. «Ahora se habla y a las diez se vota», se hartó de repetir. Y así fue, a mano alzada, como los conductores, mecánicos, interventores y demás personal de autobuses decidieron levantar el pie del acelerador. «Esta es una guerra a largo plazo y tenemos ganas de seguir dialogando porque creemos que podemos conseguir un mejor acuerdo», estimaba Arias, una vez terminado el cónclave.

El cava debió correr en los dos lados de Sant Jaume aunque la reacción oficial fue comedida y muy previsible, como recordando quién tiene la sartén por el mango. A través de un comunicado, el ayuntamiento expresaba su «satisfacción» y aplaudía la victoria del «sentido común» frente a la intención de «dañar la imagen de Barcelona a nivel internacional», como se había denunciado en los últimos días. Sorprende, no obstante, que la nota no comente nada sobre el futuro de la negociación o sobre la afirmación del sábado del primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, cuando aseguró que la oferta de la empresa vencía la medianoche de ayer.

LA «TRAICIÓN» DEL METRO / La mayoría de los convocados ayer en las cocheras coincidían en calificar de «traidores» a sus colegas del metro. El suburbano ya se apeó de la huelga el sábado tras un referendo en el que el 75,6% de la plantilla aceptó la oferta de la empresa. Este resultado supuso un punto de inflexión. El comité de empresa de bus, con 12 delegados de siete sindicatos distintos, se vio obligado a convocar una asamblea para valorar una propuesta que es similar a la que el subterráneo ha dado por buena.

Está por ver qué sucederá en próximos conflictos laborales en TMB. Con el Retbus -11 líneas ortogonales de gran capacidad y alta frecuencia de paso- a pocos meses de entrar en funcionamiento, es probable que la empresa elimine más recorridos, con lo que, echando mano de la lógica patronal, quizás sobren conductores. La sombra del ERE es alargada, y la nueva reforma laboral no ayuda en absoluto. Quizás por eso el trabajador haya optado por prolongar el diálogo, agotar propuestas, evitar males mayores y no dañar al ciudadano.

Tanto se juega Barcelona con esta feria que Xavier Trias ha pedido a los barceloneses que se porten bien durante estos cuatro días para ofrecer la mejor imagen de la ciudad. El congreso quizás ayude a saciar la crisis, pero todo hijo de vecino agradecerá más viajar hoy en metro y bus que tener las calles llenas de expertos en móviles.