La Antártida tendrá la primera plataforma para medir la capa de ozono y el cambio climático

Este proyecto, pionero en su tipo, registrará datos por un periodo de 10 años

Paisaje de la Antártida.

Paisaje de la Antártida. / periodico

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La primera plataforma para medir la capa de ozono está acabando de ser instalada en el territorio antártico chileno con el objetivo de observar los efectos del "agujero de ozono" en el cambio climático polar, según ha informado este miércoles el responsable del proyecto.

Este proyecto, pionero en su tipo, registrará por un periodo de 10 años la evolución de la columna total de ozono y su influencia en el clima, por ser un gas de efecto invernadero.

"El agujero de ozono es un proceso de destrucción de este gas que se produce entre septiembre y diciembre de cada año, favorecido por las bajas temperaturas de la estratosfera antártica en ese período", señaló el doctor Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago e investigador principal a cargo.

Agregó que "cuando las temperaturas suben al final de la primavera, cesa la destrucción masiva de ozono, lo que provoca que el ozono de otras latitudes cierre el agujero".

El módulo principal de la máquina de mediciones atmosféricas fue trasladado hasta Bahía Fildes, en la isla Rey Jorge de las islas Shetland del sur de la Antártida, por el buque de la Armada chilena "Aquiles".

Cordero trabaja desde hace un año junto a su equipo de seis investigadores en el asentamiento de la plataforma, que ya se acerca a su fase final y consiste en la electrificación de la estructura metálica de 8 toneladas con una superficie útil de 50 metros cuadrados.

Una campaña científica llevada a cabo en diciembre del 2015 concluyó que "el agujero en la capa de ozono en la Antártida alcanzó un tamaño récord, al registrar 10 millones de kilómetros cuadrados en el último mes del año, más del doble del promedio para esta fecha".

Los investigadores calcularon la dimensión del agujero utilizando los valores registrados por satélites durante las ultimas tres décadas, donde se estableció que el año pasado alcanzó en octubre los 28 millones de kilómetros cuadrados, el cuarto más extenso desde que existen datos especializados.