La innovación juega en casa

Barcelona es un polo de referencia en videojuegos, un sector que ha crecido a ritmo de dos dígitos durante los últimos años. Hablamos de una industria dinámica y relativamente incipiente, ya que el 85% de los estudios catalanes tienen menos de 10 años

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XAVIER TORRA. PRESIDENTE DE EURECAT, CENTRO TECNOLÒGICO DE CATALUNYA

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Catalunya y, especialmente, Barcelona se han posicionado en los últimos años como un territorio de referencia en la industria de los videojuegos, con indicadores que se asimilan o, incluso, mejoran los de grandes capitales mundiales. De acuerdo con el Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), en nuestro país la industria del videojuego mueve una facturación anual de 217 millones de euros, el 42,5% del total español. Son cifras destacables, que afianzan el posicionamiento de Catalunya como territorio emprendedor, que une el potencial local con talento internacional y propicia la innovación tecnológica y empresarial.

Barcelona es líder en el ámbito de las industrias culturales y del entretenimiento y tiene la capacidad de generar talento y atraerlo, gracias a una buena calidad de vida y un ecosistema emprendedor que se retroalimenta y que ha configurado una industria fuerte, competitiva y con gran proyección internacional. En concreto, el sector del videojuego genera 1.687 puestos de trabajo directos en Catalunya, la mayoría de los cuales están en Barcelona, que se ha convertido en el 'hub' más importante del sector en el Estado y concentra una cuarta parte de las empresas. Según la consultora Compass, la capital catalana es la quinta ciudad 'start-up' europea, solo por detrás de Londres, París, Berlín y Amsterdam, y un polo de referencia en el ámbito de los videojuegos, que ha crecido a ritmo de dos dígitos durante los últimos años.

Cambio de paradigma

Una de las características más relevantes del sector audiovisual -que incluye los videojuegos- es la transversalidad de sus perfiles. En los últimos años hemos visto cómo las industrias culturales han sufrido una fuerte transformación derivada de la revolución digital, un cambio de paradigma que las ha obligado a reinventarse y a apostar fuertemente por la digitalización. Una transición que demanda enfoques multidisciplinares innovadores y que requiere de profesionales altamente especializados.

La industria del videojuego da trabajo a programadoresingenieros de datos, diseñadores gráficostécnicos de sonido, compositores o traductores, todos ellos perfiles de alto valor añadido. Tampoco podemos olvidar que el videojuego pasa cada vez más por el móvil, una industria puntera de la que Barcelona es capital. En el 2015, por ejemplo, el 40% de los juegos creados en Catalunya lo fue para plataformas móviles, una tendencia al alza que nos da una idea de la importancia que toman estos dispositivos en este sector.

La importancia de Barcelona en la industria del videojuego queda patente con eventos de primer nivel como el congreso Gamelab Barcelona, el mismo Mobile World Congress -con un peso creciente de las industrias culturales- o la feria Barcelona Games World, que se ha consolidado como un referente del sector.

Competencia global

En todos ellos podemos ver las tendencias de una industria dinámica, donde las pymes juegan un papel importante y aportan un alto grado de innovación, un elemento indispensable en un sector en constante cambio. De hecho, la creatividad y la innovación son valores clave en cualquier industria, pero toman especial relevancia cuando hablamos de una actividad que no requiere de una gran infraestructura, lo que facilita su deslocalización y promueve la competencia global.

En este sentido, la transversalidad de tecnologías que utiliza la industria del videojuego permite innovar en ámbitos tan diferentes como la programación básica, la producción de imagen en 3D, la realidad virtual o el sonido. Todas ellas son tecnologías necesarias para crear videojuegos cada vez más inmersivos para un público acostumbrado a unos estándares de calidad muy altos.

En un contexto así, la creciente relevancia de la realidad inmersiva y virtual aporta nuevos retos que son, al mismo tiempo, grandes oportunidades para innovar en tecnologías todavía poco exploradas. Es el caso del audio inmersivo en 3D, del que se ha generado una patente en Catalunya con la colaboración de Eurecat. Esta tecnología permite que el sonido reaccione al movimiento de la cabeza y aporta nuevas herramientas de producción a los creadores de videojuegos, que necesitan diferenciarse en cada detalle para aportar valor añadido en sus productos.

Empresas jóvenes con futuro

En los últimos cinco años, Catalunya ha creado 450 puestos de trabajo directos asociados a la industria del videojuego, provenientes mayoritariamente de pequeñas empresas, pero con una presencia relevante de grandes multinacionales como King, Activision o Ubisoft. Con todo, se trata de una industria relativamente incipiente, ya que el 85% de los estudios catalanes de videojuegos tienen menos de 10 años. Los datos nos demuestran que estas empresas -y las que vendrán- tienen un largo camino por recorrer, pero para que esto sea fructífero es necesario que se encuentren con las condiciones adecuadas.

En este escenario, no hay duda de que el futuro de la industria del videojuego en nuestro país pasa por los ejes básicos del talento y la innovación. Un talento especializado que se ha de formar y retener con buenas condiciones laborales y una innovación tecnológica diferenciadora, que solo podemos conseguir si se unen esfuerzos entre el sector privado, la Administración y las instituciones de investigación y de transferencia como universidades y centros tecnológicos.