Alejandro Sanz, el chico de Moratalaz

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LUIS TROQUEL

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Inesperado y viralizado percance. No, esta vez Alejandro Sanz no ha metido la pata en Twitter, sino que ha despertado todo tipo de adhesiones y elogios por su temperamental pronto anti-maltrato. Youtube ha sido testigo: entre un enjambre de móviles en ristre, le hemos visto bajarse del escenario en pleno concierto para abroncar a un hombre que, al parecer, estaba agrediendo a una mujer en las primeras filas. Para más inri, mientras cantaba 'La música no se toca'. Sucedió en Rosarito (México), y en las apasionadas maneras con que las que reaccionó pudimos ver más que nunca al chico de Moratalaz que un día fue. Una garra que, por cierto, ha sido contestada por grupos feministas, que ven en el gesto más márketing que intenciones sinceras y le acusan de perpetuar el sexismo en sus canciones.

Entre el galanteo inherente a todo cantante romántico y el talante igualitario, que en las últimas giras le ha hecho rodearse de una banda formada por tantas mujeres como hombres. Banda a la que por cierto, en calidad de corista, se sumó escasos días antes su hija Manuela en un concierto en Guadalajara.

México parece estar en todas partes últimamente en su carrera. 'A que no me dejas', el tema que más repercusión ha tenido de su último disco, 'Sirope'llega al clímax rubricado por todo un mariachi. Y en otra pieza mastica vocablos tan de allí como «pendejos». Antes de ser 'coach' en España en el programa 'La Voz', lo fue en la primera temporada 'La Voz México'.

CONEXIÓN AZTECA

En realidad, la conexión azteca viene de lejos. De su primera gira, con su primer disco. Lo visitó en clamorosas ocasiones y conquistó su mercado incluso antes que el de Argentina, Chile y el resto de América. Muchísimo antes de afincarse en el Miami de las estrellas. Curiosamente, el batería que llevaba en esa etapa inicial era mexicano (Fernando Toussant) y fue en México donde empezaron a llamarle «desmayador». Apodo ganado a pulso muy a su pesar. Porque no hay que olvidar que a Alejandro Sanz, antes de ostentar su colosal estatus, se le veía únicamente como un fenómeno adolescente. Por algo su descubridor fue quien también lanzó a los Pecos, el popular Capi.

Pocos artistas han dado tanto trabajo a la Cruz Roja como él. Lo de 'desmayador' no podía ser más literal. En sus conciertos de los años 90, continuamente tenían que socorrer a más y más fans desvanecidas. Él siempre se quitaba mérito, asegurando que la culpa era del calor, los apretujones y las horas que llevaban sin comer. Sea como fuera, durante mucho tiempo fue ignorado por la prensa adulta o tratado de ídolo pasajero. A diferencia de Pablo Alborán, que ha sido intergeneracional desde el minuto cero, tardó lo suyo en gozar de un casi unánime y respetable reconocimiento. Como cantante, letrista y, sobre todo, mayúsculo compositor.

Esta primavera se cumplirán 25 años de la publicación del primer sencillo de Alejandro Sanz: 'Los dos cogidos de la mano'Dicen que el apellido artístico se lo pusieron para reforzar cierto parecido que tenía con el entonces joven galán de moda, Jorge Sanz. En realidad se llama Alejandro Sánchez Pizarro. Madrileño de sangre gaditana, nacido el 18 de diciembre de 1968. Su padre, también músico, frecuentaba ambientes artísticos, y su padrino de bautismo fue nada menos que el gran Manuel Alejandro. Aunque enseguida perdieron el contacto y nada tuvo que ver con el fulgurante éxito con que debutó hace un cuarto de siglo.

BOMBAZO VIRAL

Todavía antes, a finales de los 80, había publicado un disco bajo el nombre de 'Alejandro Magno', con frívola estética acid house y canciones de un componente de Dinarama, Luis Miguélez, que durante muchísimo tiempo permaneció férreamente oculto. Ya a finales de los 90, su cuarto trabajo como Alejandro Sanz, 'Más', se convirtió en el disco español más vendido de todos los tiempos. Algo así como el 'Thriller' patrio. Y su canción 'Corazón partío', en el pasaporte a todos los públicos. Tanto se ha requetescuchado desde entonces que parece imposible que haya quien no se la sepa. Igual por ello su actual gira americana deparó otro bombazo viral cuando la chilena Javiera Mena se olvidó de la letra y desafinó cosa mala al subir a cantarla con él en Viña del Mar.