Pimpampost, el Uber del envío de paquetes

Ben Sartoire.

Ben Sartoire.

Patricia Martija / Barcelona

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PimPamPost aprovecha los viajes de ocio para transportar paquetes en Europa. A través de su app, permite a los particulares y a las empresas enviar paquetes a través de terceras personas que -por una u otra razón- realizan el mismo recorrido del envío, lo que permite al viajero de ocio o de negocios amortizar los gastos de su desplazamiento.

Este trayecto puede realizarse por coche, pero no es el único transporte que pueden utilizar los pimers, como llama la empresa a los usuarios que hacen las entregas. También es posible que vayan en tren o en avión, u otro tipo de vehículo, seguro y que permita llevar bultos en él.

Así, si uno cumple con los requisitos exigidos por la empresa logística, PimPamPost abre la puerta a sacar una rentabilidad a las vacaciones. Y las peticiones de la app tampoco son descabelladas. Solo buscan un perfil completo y comprobado de todos sus pimers: DNI, número de teléfono, entre otros datos.

Ben Chartoire, consejero delegado de la compañía, justifica esta criba porque el modelo conlleva «un gran reto de confianza por parte de  todos». El cliente tiene que fiarse de que la persona que transporta el paquete no lo extravíe ni le cause ningún desperfecto. Y el pimer, de que el contenido del paquete no es indebido ni peligroso.

Para asegurarse de que las entregas se completan adecuadamente, PimPamPost ha diseñado un sistema simple. El transportista aficionado está obligado a abrir el bulto. Solo si acepta el envío, el pimer utilizará su móvil para pasar por el código QR. Este sistema se repite en la entrega final. «Nos aseguramos de explicarles muy bien este procedimiento»,  asegura Chartoire.

De momento el servicio solo está disponible entre Barcelona y París, desde la empresa logística se quieren asegurar de que el modelo funciona antes de expandirse a otras ciudades europeas.