Batec Mobility, sillas de ruedas motorizadas

Sufrir un accidente de tráfico grave puede provocar lesiones severas con consecuencias que se arrastran de por vida. Ante hay que tener coraje, valentía y sobre todo ganas de tiras adelante y superar las vicisitudes con las que uno se encuentra de repente. Esto es lo que hizo Pau Bach, que hace 20 años sufrió un grave accidente de moto que lo dejó tetrapléjico. De sus ganas de superación nació una empresa que permite que cualquiera en silla de ruedas pueda moverse con total libertad, a una velocidad considerable.

«Tenía 18 años cuando sufrí el accidente, y durante siete me moví en una silla de ruedas, con una calidad de vida limitada, tenía una vida poco participativa en el exterior, por lo que decidí hacer mis inventos y cree mi primer Batec», explica Bach. Precisamente, Batec procede de una contracción creativa de su apellido y el concepto «tecnología», dado que su ingenio permitía convertir una mera silla de ruedas en todo un aparato tecnológico.

Bach quería estudiar para ser diseñador de motocicletas, pero el accidente truncó sus planes, y acabó estudiando informática. No tenía nociones de creación de empresas, pero supo desarrollar un producto que era único y, más aún, dotaba a las personas con movilidad reducida de una libertad hasta entonces impensable. «Con nuestro producto, la silla de ruedas se convierte en un traje a medida», asegura Bach, que apunta que su Batec es adaptable al 95% de las sillas de ruedas.

La gran virtud, en contraposición de las sillas motorizadas, es que el usuario puede combinar el uso manual de la silla en espacios cerrados, por ejemplo, con la versión motorizada para moverse por la calle hasta a 20 km/h. «Encontraba aburrido ir en silla de ruedas, pero ponemos al servicio de los más necesitados las tecnologías más divertidas», apunta.

Bach ironiza porque finalmente ha acabado diseñando motocicletas, elementos únicos y, por encima de todo, muy funcionales. Todo ello con el trabajo de una plantilla la mitad de la cual sufre algún tipo de discapacidad física o sensorial.

Batec dio un salto cuando entró en el 2012 a formar parte de una aceleradora de empresas. «Fue un éxito, conseguimos financiación, realizamos un plan de futuro, y lo que hicimos en España nos permitió dar un paso hacia la internacionalización del producto de manera hiperprofesional en el 2013», apunta Bach.

Su producto se puede ver en casi toda Europa, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, y EEUU es el próximo objetivo. La previsión para este año es llegar a los cinco millones de euros de facturación, pero sobre todo hacer llegar su idea a todos aquellos que lo necesiten: «Espero que el producto que a mí me funcionó tras hacer un largo camino hace 12 años les funcione hoy, eso es lo más gratificante», expone. ALBERT SEGURA