Informáticos de cabecera, 365 días

Un estudiante de 'Telecos' crea una empresa para solucionar a domicilio problemas con las TIC

Sede de Mirmiki en el Espai Emprèn de la UPC.

Sede de Mirmiki en el Espai Emprèn de la UPC.

CARME ESCALES

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Mirmiki, que significa hormiga en griego, fue el nombre elegido por Guillem Orpinell, un estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones de la UPC, para nombrar el servicio que puso enb marcha hace un año.

Las continuas peticiones de ayuda que recibía de amigos y familiares para resolver pequeños problemas informáticos, y gracias a los  nuevos dispositivos telefónicos le inspiraron para crear su propia empresa.

«Lo primero que hice fue crear una web. No tanto para atraer clientes, que básicamente llegan por el boca-oreja, sino para ayudarme a dejar por escrito todas las prestaciones que la empresa que ponía en marcha ofrece», puntualiza Orpinell.

Así empezó, en septiembre del 2014, el recorrido de la hormiga, domicilio a domicilio, rellenando con su servicio de informático de cabecera la grieta en el mercado que el estudiante de telecos había detectado. «En las necesidades de mi entorno más próximo vi una oportunidad de mercado», resume Guillem Orpinell, impulsor de www.mirmiki.com, que hoy emplea ya a siete personas.

Aunque este emprendedores es aún estudiante de la UPC, la universidad no intervino en al principio de creación de su empresa.

Lo ha hecho más tarde:  «Hoy la empresa está ubicada en el Espai Empren de la Politècnica. Interesa porque nuestro proyecto se vincula a personas a las que se les da bien la tecnología, y tenemos cerca la facultad», indica Orpinell. «Mirmiki se nutre del talento y sinergias innovadores que propicia la UPC, a través de iniciativas como el voluntariado TIC,  que promueve la ayuda de estudiantes a entidades sociales, a cambio de créditos. Podemos ayudar a esos voluntarios». También les ponen en contacto con empresas que reciben donaciones de dispositivos ya creados pero que requieren ponerlos a punto y nociones básicas para utilizarlos.

Paralelamente, Mirmiki crece como empresa autónoma, con vistas a facturar sobre los 30.000 euros el próximo año y contratar a más gente para un negocio que humaniza la informática y que podría replicarse en otras ciudades. Esta semana lanzan la campaña www.navidad.mirmiki.com, para que la gente regale su ayuda a padres y abuelos.