SALUDABLE Y SOSTENIBLE

Más lejos y mejor con la bicicleta

El pedaleo cada vez tiene más adeptos entre los ciudadanos de capitales europeas como Barcelona

Carril bici de la calle de Girona, entre Aragó y València.

Carril bici de la calle de Girona, entre Aragó y València. / periodico

ANNA ROCASALVA / BARCELONA

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La bicicleta es una forma saludable, ecológica, económica y eficiente de moverse por la ciudad. Por eso el pedaleo, como transporte diario alternativo, cada vez gana más adeptos entre los ciudadanos de capitales europeas como Barcelona, donde la bicicleta está cobrando cada vez más protagonismo. Y es que los beneficios de pedalear en el entorno urbano son múltiples. 

Posiblemente, la principal ventaja de éste vehículo a propulsión humana es que permite ponerse en forma gracias a la actividad física que conlleva. Si se practica con regularidad reduce la frecuencia cardiaca y respiratoria en reposo. Además, ayuda a prevenir las enfermedades coronarias, la hipertensión, el colesterol y la diabetes, y trastornos psicológicos como el estrés o la ansiedad, entre otros. 

La bicicleta, tanto en su versión clásica como eléctrica, juega un papel clave en la lucha contra el cambio climático y la contaminación. Y es que la bicicleta puede ser un factor clave para reducir los niveles de contaminación ambiental y acústica de las ciudades, cuya consecuencia directa es la mejora la calidad de vida de los residentes. Asimismo, la bici es un medio de transporte muy eficiente en términos energéticos ya que gasta 50 veces menos que un coche ocupado por una sola persona recorriendo la distancia de un kilómetro.

CIFRAS AL ALZA

Durante el 2016 el uso de la bicicleta en Barcelona ha aumentado un 14% debido a los más de 165.000 desplazamientos que se efectúan a diario. Por un lado, juegan a favor las características climatológicas y geográficas de la propia capital catalana: un clima favorable que invita a ejercitarse al aire libre y un 80% de la superficie del territorio con pendientes inferiores al 2%. 

De igual modo, otro factor decisivo que explicaría el mayor número de desplazamientos diarios en estos vehículo de dos ruedas es la mejora de la infraestructura ciclista: la cifra de carriles bici en la capital catalana que, desde el 2015, ha aumentado un 21%, pasando de los 116 kilómetros iniciales hasta los más de 140 kilómetros actuales.El objetivo de Barcelona, basado en el Plan de Movilidad Urbano 2013-2018 (PMU) y en la Medida de Gobierno Estrategia de la Bicicleta (2015), es llegar a los 308 km de carriles. 

El propósito de estas políticas municipales es que los ciclistas dispongan de una infraestructura coherente, bien conectada y completa para aumentar la movilidad, fomentar la seguridad y mejorar la convivencia con los peatones, que siempre tienen prioridad, y el resto de medios de transportes. A parte de prever la ampliación y mejora de la infraestructura ciclista en la capital catalana, las políticas municipales también incluyen el territorio del área metropolitana, conectando los ejes mar- montaña y el Llobregat-Besòs mediante una red ciclable interconectada. 

AMPLIACIÓN Y MEJORA

En cuanto a la ampliación de la infraestructura para potenciar otros medios de transporte más sostenibles, Barcelona trabaja para triplicar el número de carriles bici que existen en la ciudad. Así pues, a partir de junio se pondrá en marcha la creación de más de 30 carriles de bicicleta, que sumarán más de 60 nuevos kilómetros a la red para ciclistas.

Con esta ampliación, se quiere conseguir que un 95% de la población barcelonesa tenga un carril bici como máximo a 300 metros de su casa, facilitando de esta manera el uso de la bicicleta como medio de transporte habitual.Con relación a la mejora de la infraestructura ciclista, el gobierno municipal también cuenta con un manual de diseño de carriles bici, que propone bajar las vías ciclables de la acera a la calzada para distinguir y separar los distintos espacios de desplazamiento de la ciudad y facilitar la coexistencia y convivencia de todos ellos. 

La idea es tratar con especial consideración a la circulación más desprotegida, los peatones, que recuperan las aceras, su zona natural. Asimismo, dentro de estas acciones, también se incluye un refuerzo a la señalización vertical y horizontal y una ampliación de aparcamientos individuales.

FUERA DE BARCELONA

A esta nueva y mejorada infraestructura deben añadirse otras vías ciclables como son las zonas 30, las áreas pacificadas o las calles de plataforma única que, sumados a los 308 km de carril bici, permitirán la ampliación del desplazamiento en bicicleta por Barcelona y conectar el territorio metropolitano. 

En este sentido hay que tener en cuenta la construcción inminente de los tres primeros carriles bici de ámbito metropolitano, encargados de unir la ciudad con tres municipios vecinos como son Sant Adrià del Besòs, Esplugues de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet. Estos carriles de conexión metropolitana son el de la avenida Diagonal de Barcelona hasta la avenida Eduard Maristany de Sant Adrià del Besòs, previsto para el próximo junio; el de la avenida Diagonal hasta Esplugues del Llobregat, cuyas obras ya han empezado y podrían estar finalizadas el próximo mes de julio; y, finalmente, el carril bici del Paseo de Santa Coloma de Gramenet, las obras del cual se iniciarán a partir del otoño de este mismo año. 

Todas estas medidas y acciones  conforman una clara declaración de intenciones por parte del Ayuntamiento de Barcelona. Su objetivo principal: una ciudad mucho más confortable, con menos contaminación y ruido y más verde y eficiente. Una iniciativa para mejorar la salud y, en definitiva, la calidad de vida de la ciudadanía. 

Páginas de información de la ciudad realizadas con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona.