Cartas de los lectores

LIBERACIÓN DE COOPERANTES

Gracias, Roque y Albert

Isabel Sánchez Marín

Montblanc

Vi el lunes el programa Els matins de TV-3, en el que Joan B. Culla y Miquel Porta Perales hablaron de la liberación de los cooperantes Roque Pascual y Albert Vilalta. Sus comentarios ¿hechos en un plató con aire acondicionado y con cómodos asientos-- me parecieron indignantes. En particular, la frase «se ha puesto de moda ser de una oenegé y mola más que ser político». Si los políticos hicieran bien su trabajo y hubiera una verdadera conciencia de que todos los seres tienen los mismos derechos, no existirían las oenegés.

Los invitados de TV-3 tacharon de «irresponsables» a los cooperantes por estar comprometidos y creer en un mundo mejor y por actuar en vez de decir bonitas palabras. Si cada uno de nosotros fuéramos a ver y vivir esa realidad solo una vez en la vida, nuestra escala de valores cambiaría. Está claro, según algunos, que el dinero está bien empleado en el Ejército y en proyectos para tener poder, pero no para pagar rescates.

Gracias, Roque y Albert, por darnos este ejemplo de compromiso.

Otro secuestrado

Raimon Forado

Sant Pere de Ribes

Vivimos días de felicidad por la liberación de Albert Vilalta y Roque Pascual. Me alegro del feliz desenlace y felicito a sus familias y amigos. Con todo, no puedo olvidar cómo en el otro lado del Mediterráneo, en una ciudad de Israel, hay una familia que aún no puede disfrutar de la misma felicidad y esperanza, la del joven Gilat Shalit. Este chico de 19 años fue secuestrado hace cuatro años por terroristas islámicos. Muchos puntos en común unen a Albert, Roque y Gilat: los tres son seres humanos con derecho a la libertad, los tres se han bañado en el mismo Mediterráneo y los tres fueron secuestrados por fanáticos religiosos. Recemos todos para que el mismo dios, o cualquier otro, permita también a Gilat volver, sano y salvo, con los suyos; recemos para que los dirigentes de Europa, de España y de Catalunya ayuden también a la familia de Gilat a recuperar a su hijo.

INCIDENTE EN EL AEROPUERTO

«'Spanish', mañana»

Rafael Torres Giménez

Barcelona

Ocurrió en la terminal T-1 de El Prat, el 27 de julio. Fui a la ventanilla de Turkish Airlines, donde un señor de la compañía se negó a atenderme en castellano ¿a mí y a todos los que estaban allí¿ diciendo: «Spanish, mañana». Ni el riesgo de perder el vuelo ni las súplicas de una familia desesperada le hicieron cambiar de opinión. No se puede humillar así a los usuarios. Espero que los políticos tomen medidas para que esta vergüenza no se repita.

EL CUIDADO DEL MEDIOAMBIENTE

Menorca se acaba

Robert Álvarez Sastre

Barcelona

He pasado, como cada año, unos días de mis vacaciones en Menorca y pienso en el poco tiempo que le queda a la isla para convertirse en un desastre turístico más. Este pequeño paraíso balear se acaba ante la fuerte presión inmobiliaria. Miles de casas y apartamentos pueblan los lugares boscosos cerca de las playas, y calas y numerosas urbanizaciones invaden otros espacios verdes. Y miles de yates y barcas ensucian el agua impunemente; ni el parque natural de Es Grau se salva. ¿Alguien hará algo para proteger a la isla?

PROBLEMAS SANITARIOS

El fármaco no llega

Armand Marín Fina

Barcelona

Me diagnosticaron alzhéimer en el Hospital del Mar de Barcelona, hace tres meses, y me recetaron unos inhibidores de acetilcolinesterasa, pero todavía estoy esperando que llegue ese medicamento. Estoy decepcionado con el funcionamiento de la sanidad pública en Catalunya.

RÉPLICA SOBRE UNA RIADA

Diques resistentes

Jordi Roma Vega

Presidente del Col·legi i Associació d'En-ginyers de Forests a Catalunya.

Barcelona

En relación con la informaciónLas tormentas dejan en Catalunya granizo y más de 7.000 rayos¿publicada el 13 de agosto¿, que hace referencia a los diques instalados en la riera de Port Ainé (Rialb), quiero hacer unas aclaraciones. Según el texto, los diques cedieron ante la riada. Nada más lejos de la realidad: la fotografía que se publica demuestra que los diques no cedieron, ni se rompieron. Los diques están en pie y sostienen el material arrastrado por el agua. Esto demuestra la resistencia de este tipo de construcciones.

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El texto también dice que las lluvias dejaron «en evidencia» los diques de malla. La realidad es que retuvieron más de 23.000 metros cúbicos de sedimentos, troncos y rocas. Si no se hubieran construido estos diques flexibles, la tormenta habría supuesto la desaparición de varios tramos de carretera.

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