LA EPIDEMIA EN FRANCIA

Macron prolonga el confinamiento hasta el 11 de mayo tras casi 15.000 muertos por coronavirus

Francia amplía el confinamiento hasta el 11 de mayo

Francia amplía el confinamiento hasta el 11 de mayo. En la foto, los franceses disfrutando del buen tiempo junto al canal de Ourcq, el domingo. / periodico

Eva Cantón

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Emmanuel Macron ha pedido a los franceses un nuevo esfuerzo colectivo para superar la crisis sanitaria provocada por la epidemia del coronavirus y ha anunciado la prolongación del confinamiento hasta el lunes 11 de mayo.

A partir de esa fecha reabrirán progresivamente  guarderías, colegios e institutos, aunque la enseñanza universitaria no reanudará las clases antes del verano. Los bares, restaurantes, cafés, cines, teatros y salas de espectáculos seguirán cerrados y todos los festivales serán anulado al menos hasta mitad de julio.

El presidente francés ha vuelto a dirigirse esta noche a la opinión pública minutos después de los aplausos que cada día agradecen la labor del personal sanitario y los trabajadores esenciales a las 20 horas.

En su alocución ha advertido que, a pesar de los progresos en el frente sanitario, la epidemia, que ha causado casi 15.000 muertos en Francia, no está controlada y que para ralentizar el avance del virus hay que mantener “el más estricto de los confinamientos”.

Mascarillas y test

El 11 de mayo marcará el inicio de una nueva etapa. Los franceses dispondrán de mascarillas no quirúrgicas y su uso podría ser obligatorio para los profesionales más expuestos. También se realizarán test masivos, pero no sistemáticos. Se practicarán preferentemente al personal médico sanitario y a los grupos de riesgo.

Sin entrar de lleno en un debate que tendrá lugar en el Parlamento, Macron ha evocado la posibilidad de usar el llamado ‘tracking’ para hacer un seguimiento de la evolución de la pandemia a través de los móviles de manera anónima y voluntaria.

Se reforzarán igualmente las medidas de apoyo a la economía prolongando las disposiciones sobre paro técnico, con un plan específico para los sectores más golpeados, como el turismo o los hoteles. Macron ha prometido ayudas a las  familias más modestas y a los estudiantes con pocos recursos.

Por lo que se refiere al control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, el presidente ha dicho que permanecerán cerradas “hasta nueva orden”.

Muy pocos franceses –el 38%, según un sondeo de Ifop para Le Journal du Dimanche- confían en la gestión que el Gobierno está haciendo de la crisis y en la intervención de Macron ha habido espacio para la autocrítica.

Ha admitido que Francia no estaba preparada para hacer frente a la pandemia y que han faltado, como en otros países guantes, mascarillas, gel desinfectante y batas, pero ha puesto el acento en las fortalezas del país, en la necesidad de permanecer unidos y la certeza de que llegarán días mejores.

"En las próximas semanas tendremos que preparar el futuro. Sepamos en este momento salir de los caminos trillados, de las ideologías y reinventarnos. Yo el primero. En esta crisis hay una oportunidad para unirnos, demostrar nuestra humanidad, levantar otro proyecto en la concordia, un proyecto francés", ha concluído.

No bajar la guardia

El país lleva cuatro días registrando un ligero descenso de entradas en cuidados intensivos, pero la presión sigue siendo alta en los hospitales y por eso las autoridades sanitarias ya no hablan de pico sino de "meseta" de la curva epidémica y exigen no bajar la guardia.

La situación en China se escruta atentamente porque, después de dos meses de cuarentena, los casos importados de infección por covid-19 se acercan al centenar y en ausencia de una vacuna la segunda ola epidémica puede ser devastadora.

El pasado viernes el director general de la OMS advirtió seriamente de que levantar las restricciones demasiado rápido podría conllevar una reaparición mortal de la pandemia y el consejo científico que asesora al Gobierno francés recomienda ir más allá de las seis semanas inicialmente previstas.

Como el buen tiempo y las fiestas de Pascua han sacado a la calle a muchos más franceses de los que sería deseable, el Elíseo pretende prolongar el confinamiento en mayo, un mes con muchas celebraciones en el calendario, empezando por la manifestación del Primero de Mayo. 

Estrategia de salida

El Ejecutivo teme que levantar de manera precipitada las restricciones al movimiento provoque una segunda ola epidémica, por lo que incluso cuando se ponga fin al aislamiento generalizado de la población se vetarán actividades culturales, deportivas o religiosas que reúnan en un mismo espacio a mucha gente.

Un estudio del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) alerta de que levantar el confinamiento sin haber preparado una estrategia de salida conllevaría una nueva oleada de infecciones que colapsaría los hospitales de la región parisina.  

Los investigadores del Instituto creen que sólo podrán relajarse las medidas con una búsqueda intensiva de los portadores del virus, haciendo test y aislando a los positivos.

La institución cita entre las primeras medidas de desescalada, el regreso al trabajo de determinados trabajadores y una reanudación progresiva de algunas actividades, manteniendo los colegios cerrados y el confinamiento de los grupos de riesgo.

Los franceses, que no tienen gran confianza en la gestión de la crisis que está haciendo el Gobierno –solo el 38% lo hace, según un sondeo de Ifop para Le Journal de Dimanche- van a tener que armarse de paciencia. La vida normal, o la nueva normalidad de la que hablan quienes esbozan el mundo post-confinamiento, parece que no será una realidad antes de septiembre.