TENSIÓN EN LA ISLA

La muerte de un estudiante amenaza con disparar la tensión en Hong Kong

Adrián Foncillas

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Un joven universitario ha muerto este viernes por las heridas causadas en su caída del domingo pasado en un aparcamiento. Chow Tsz-lok, de 22 años, es la primera víctima mortal en los cinco meses de protestas que han hundido en el caos y la violencia a Hong Kong. El estudiante de segundo curso de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) permanecía en coma en el Hospital Queen Elizabeth desde su caída y su estado empeoró progresivamente anoche hasta que fue declarado su fallecimiento a las 8.09 (hora local), la 1.08 de la madrugada en España.

Los activistas se habían congregado el domingo en la zona de Tseung Kwan O para sabotear la boda de un policía que se celebraba en el Hotel Crowne Plaza. Los agentes dispersaron a la muchedumbre con gases lacrimógenos. Chow cayó desde el tercer al segundo piso de un aparcamiento cercano. Son apenas cuatro metros, pero el estudiante se golpeó la cabeza.

Se desconoce si Chow pertenecía al grupo que había hostigado la boda, qué hacía en el aparcamiento o qué provocó su caída. La policía arrojó varios cartuchos de gas lacrimógeno en las inmediaciones pero las grabaciones de las cámaras de seguridad no muestran actividad en el tercer piso desde el que cayó Chow. La policía ha cuantificado en un centenar de metros la distancia entre el lugar donde se encontraba el estudiante y donde ejecutó la operación de dispersión. Algunos compañeros sugieren que Chow escapaba de la refriega cuando encontró la muerte. Las grabaciones aportadas por el propietario del aparcamiento no capturaron el momento de la caída debido a las rotaciones de las cámaras.

Tardanza

Los estudiantes han lamentado la tardanza de la ambulancia. Fueron 19 minutos, siete más de los previstos. Los activistas culpan a la policía de haber impedido su paso mientras los bomberos han explicado que el tráfico cortado por la batalla campal retrasó la aistencia. El gobierno local ha expresado su “gran dolor” por la muerte de Chow, trasladado su pésame a la familia y prometido una investigación sobre las circunstancias del caso.

La unidad de cuidados intensivos del hospital se había llenado de flores y notas con mensajes de apoyo y deseando la recuperación del estudiante. El director de la HKUST confirmó esta mañana su muerte en el segundo día de la graduación anual. Con el discurso trabado por las lágrimas pidió un minuto de silencio en su recuerdo y que sus compañeros “mantengan la calma y se contengan durante estos difíciles momentos” para “evitar conflictos o incluso tragedias”. Algunos estudiantes acudieron con máscaras negras y levantaron sus manos con los dedos extendidos, el signo de las cinco demandas que exigen al gobierno local.

Acusaciones

La muerte del estudiante ha movilizado a cientos de hongkoneses este mediodía en el distrito de Central. En la marcha se han escuchado gritos exigiendo venganza, acusando a la policía de asesina y exigiendo que se aclare la muerte del que ya ha sido ungido como el primer mártir de la causa. El movimiento autocalificado de prodemocrático ha atribuido una decenas de falsos asesinatos a la policía durante estos meses: desde seis estudiantes presuntamente acribillados en la estación de metro de Prince Edward a la joven que apareció flotando desnuda en la bahía. Su madre hubo de aclarar que la chica se había suicidado y pedir a los activistas que dejaran de utilizar su muerte con fines políticos después de cuatro marchas organizadas en su memoria y denunciando la brutalidad policial.

Es más que previsible que la desgraciada y confusa muerte de Chow aumente el fragor de las protestas programadas para este fin de semana. Hong Kong suma ya cinco meses de convulsiones que han fraccionado sin remedio la sociedad, hundido la economía y costado ya la vida a un joven de quien no se sabe aún si participaba en las protestas o sólo pasaba y quiso ponerse a salvo de la violencia.