EL PROCESO PARA PONER FIN A LA GUERRA CON EEUU

La "asamblea de la paz" en Afganistán

El gobierno afgano organiza un encuentro multitudinario para influir en las negociaciones de paz entre los talibanes y EEUU

Primera jornada de la asamblea de la Loya Jirga en Kabul, este lunes.

Primera jornada de la asamblea de la Loya Jirga en Kabul, este lunes. / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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Nadie se toma muy en serio al presidente afghano, Ashraf Ghani. Mientras el futuro de su país -del país que él preside- se decide en Qatar, Ghani está confinado en la capital, Kabul, sin mucho que hacer salvo pensar en cómo Estados Unidos y los talibanes, los dos que discuten en Doha el proceso de paz afgano, le han relegado a un segundo plano. Y segundo ya es decir mucho.

Nadie le ha invitado a las conversaciones que desde octubre están en marcha en QatarWashington, en un principio, lo pidió, pero los talibanes se negaron: consideran que no hace falta porque el Gobierno de Kabul es una marioneta de Occidente; y si se quiere hablar con Occidente, mejor hacerlo directamente. Trump, que quiere retirarse de la guerra afgana -la más larga de la historia de EEUU- no tuvo mucho problema en aceptar esa condición: las conversaciones continúan.

Así que Ghani, solo, abandonado en Kabul, tuvo una idea. Convocó, para esta semana, una asamblea nacional extraordinaria, llamada Loya Jirga, donde han sido llamados todos los jefes tribales del país, además de todos los líderes de todos los partidos políticos y facciones afganas; incluidos los talibanes. Del Loya Jirga, se supone, deben de salir las exigencias de la sociedad afgana para marcar e influir el resultado del proceso de paz.

Éxito a medias

Estas asambleas, que durarán cuatro días, han sido un éxito y un fracaso al mismo tiempo. Éxito porque han reunido, en Kabul, a 3.200 jefes tribales de todas las provincias del país -el gobierno no las gobierna todas y muchas están en manos de los talibanes o con control intermitente del Estado Islámico-.

Fracaso porque los demás partidos políticos afganos las han boicoteado: acusan a Ghani de usar esta asamblea para sacar rédito político. Afganistán celebrará, se supone, elecciones presidenciales este 28 de septiembre. Se supone, porque Ghani las ha ido aplazando a su conveniencia.

Los talibanes, por supuesto, también han rechazado participar en la asamblea: "No participéis en esta conspiración del enemigo. Buscad formas de separaros e ir en contra de la débil administración de Kabul", ha dicho el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en un comunicado.

Mientras tanto, las negociaciones de paz -las de verdad- continúan en Doha entre Washington y los talibanes. Los talibanes piden que la OTAN se retire completamente del país; Trump, garantías de que Afganistán no se convierta en un nido de yihadistas.