Venezuela, otra vez a oscuras por un apagón

Buena parte de Venezuela volvió a quedarse a oscuras y, otra vez, el apagón fue explicado en la clave del extenuante conflicto político con dos versiones diferentes. De un lado, el Gobierno de Nicolás Maduro denunció un nuevo intento de sabotaje en la represa hidroeléctrica de El Gurí, que provee la mayor parte de la energía en el país. En cambio, Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y otros 50 países reconocieron como presidente “encargado”, aseguró que se repitieron los problemas de infraestructura. En el medio de la disputa, la población padeció por segunda vez en marzo los trastornos de la falta de energía.

Los venezolanos se quedaron el martes sin escuelas. Las actividades laborales fueron suspendidas 24 horas. El aeropuerto internacional de Maiquetía tuvo que elaborar un plan de emergencia, desplazarse por las ciudades fue un trastorno adicional. En Caracas no funcionó el metro ni el ferrocarril y el transporte urbano se volvió tan esporádico como imposible. La escena de ciudadanos caminando cabizbajos se replicó en distintos puntos del país. Y otra vez hubo que velar porque la comida no se echara a perder.

Tiempo récord

Las autoridades estatales dijeron primero que el “fallo eléctrico” se comunicó a las 21.45 horas  del lunes. “Nuevamente, los trabajadores de (la corporación estatal) Corpoelec  recuperaron el servicio en tiempo récord. Lo que nos costó cinco o seis días después de ese ataque brutal del pasado día 7, en pocas horas se ha solventando”, dijo el vicepresidente Jorge Rodríguez. 

El presidente de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv),  Wills Rangel, habló luego de un incendio en el patio de transformadores de la central de Guri, en el sureño estado Bolívar. Sobre las nueve de la mañana del martes los bomberos lograron controlar las llamas que “activaron los mecanismos de protección del sistema”. El número dos del Gobierno, Diosdado Cabello, acusó directamente a “los terroristas de Voluntad Popular”, el partido de Guaidó y Leopoldo López, y a “las células de la oposición que están arrastradas por  el imperialismo norteamericano”. Rodríguez volvió a tomar la palabra más tarde y señaló que el Ejecutivo puso “desde el mismo momento de los ataques” todo el esfuerzo “para restituir, tan pronto como sea posible, el servicio eléctrico en todo el territorio nacional”. El ministro aseguró que “al calcinar el patio, los terroristas lograron su cometido de que las máquinas de generación y la transmisión se cayeran”. Según Rodríguez, “la derecha no tiene límites en su ambición y afán homicida”. 

Incendio en la línea de alta tensión

Guaidó, entre tanto, sostuvo que un incendio en una línea de alta tensión provocó una sobrecarga que afectó a 16 estados del país.  “Una vez más quieren justificar su ineficacia inventando cuentos con un psiquiatra que esconde al dictador detrás de sus mentiras”, dijo en su cuenta de Twitter sobre Rodríguez. El diagnóstico pudo hacerlo “gracias a los trabajadores de Corpoelec que quieren cambiar y generar energía para Venezuela”.

Para Guaidó resultaba inadmisible que el Gobierno repitiera “las excusas” de la “guerra eléctrica” y el sabotaje. “¡No sigan pidiéndole calma porque a ustedes esto se les fue de las manos y van de salida!”. La oposición esperaba canalizar la enorme frustración colectiva a su favor. “Estamos determinando acciones para expresar la indignación de un pueblo entero que ya no tolerará más burlas de los culpables del desastre en que han convertido a Venezuela”.

Las armas rusas

El nuevo corte de luz tiene lugar en medio de una nueva ola de tensiones globales alrededor de Venezuela. El sábado pasado aterrizaron en Caracas dos un Antonov An-124 de la Fuerza Aérea de Rusia.  La nueva llegada armas del principal proveedor del chavismo junto con China desató la previsible reacción negativa de Estados Unidos. Venezuela cuenta con los cazas rusos  Su-30Mk2. Los especialistas consideran que se trata de una de las aeronaves de combates más avanzadas por su potencia de fuego y capacidad de maniobra.

Guaidó denunció que la presencia de militares rusos en Venezuela supone una violación de la Constitución. "Parece que Maduro no confía en sus propios militares y por eso los hace venir del extranjero. Se está violando la Constitución con esta decisión", denunció el presidente encargado en el Parlamento.