Controvertida decisión

Japón se retira de la comisión que protege a las ballenas

El país, que era miembro de la CBI desde el 21 de abril de 1951, retomará en julio la caza comercial de estos cetáceos

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Japón ha decidido retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), un organismo creado hace siete décadas para garantizar la preservación de esos cetáceos y evitar su caza indiscriminada en los océanos. La decisión la ha anunciado este miércoles el ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, quien ha dicho que a partir de julio los balleneros japoneses reanudarán la caza de ballenas con fines comerciales en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva.

Japón era miembro de la CBI desde el 21 de abril de 1951 y hasta ahora había respetado la moratoria en la caza comercial de la ballena acordada en 1982, aunque organizaciones animalistas aseguran que realizaba una caza comercial encubierta.

Desacuerdo por la moratoria

El portavoz del Ejecutivo de Shinzo Abe ha señalado que a partir de ahora Japón actuará como observador en el seno de la organización y ha asagurado que el Gobierno nipón sigue comprometido en la gestión de los recursos marinos de acuerdo con datos científicos. 

La retirada de Japón es el resultado de una serie de amenazas por parte del Gobierno de Abe y del poco éxito que ha tenido para convencer a otros integrantes con el fin de modificar la moratoria en la caza de ballenas y permitir una pesca regulada por la CBI.

A pesar de esa moratoria, Japón ha seguido capturando ballenas en aguas del Océano Antártico y el Pacífico Norte, pero supuestamente con fines científicos. Esa posibilidad está recogida en la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, firmada en 1946.

Discrepancias entre países

La salida de Japón de la CBI se conoce después de los enfrentamientos entre algunos países para poner fin a la moratoria que entró en vigor en la temporada 1985/86 y las naciones que defienden su vigencia. El último capítulo de este choque tuvo lugar en la reunión celebrada en septiembre en Brasil.

Allí, los miembros de la CBI rechazaron entonces por mayoría (41 votos en contra, 27 a favor y 2 abstenciones) la propuesta de Japón de crear un comité de caza sostenible, lo que llevó a Tokio a sugerir su abandono del foro, ahora materializado.

La CBI está integrada por 89 países y la decisión del Gobierno nipón sigue a otras naciones que anteriormente se han retirado de esa institución. Canadá, por ejemplo, abandonó esa comisión en 1982, aunque esa nación prohibió en 1972 la caza de esos cetáceos.

Preocupación entre las oenegés

La ONG Greenpeace considera "lamentable y peligrosa" la decisión de Japón. Así lo ha indicado la bióloga y coordinadora del área de biodiversidad de Greenpeace España, Pilar Marcos, que define el anuncio del Gobierno nipón como "un retroceso de todas las iniciativas de conservación de cetáceos. 

Greenpeace teme  un "efecto de bola de nieve sobre los países que las han cazado históricamente, como Noruega e Islandia" y pide que "los países más conservacionistas, como Australia, EEUU y los integrantes de la UE, denuncien al Tribunal de Justicia Internacional estas prácticas" y que vigilen las actividades pesqueras japonesas.

La organización animalista Humane Society ha expresado también sus temores de que Japón intente reclutar a otras naciones para abandonar la organización, lo que puede derivar en una nueva ola "de detestable matanza comercial de ballenas".

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