Trump cancela la cumbre con Kim Jong-un

La reunión entre el presidente de los Estados Unidos y el líder de Corea del Norte estaba prevista para el próximo 12 de junio en Singapur

Donald Trump.

Donald Trump. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Donald Trump no se reunirá con Kim Jong-un en la fecha prevista del 12 de junio. El presidente de Estados Unidos ha enviado este jueves una carta al líder norcoreano para notificarle que queda cancelado el encuentro en Singapur. Trump afirma en la misiva que tenía muchas ganas de reunirse con Kim, pero "la tremenda ira y la abierta hostilidad desplegada en sus más recientes declaraciones me han hecho sentir que la reunión es inapropiada en estos momentos". La carta llega unos días después de que Trump hubiera expresado dudas sobre una cita que hubiera tenido caracter histórico, ya que nunca se han sentado en una misma mesa los presidentes en activo de los dos países desde el final de guerra de Corea, que acabó dividiendo la península a la altura del paralelo 38 en 1953. 

"Le pido por favor que tenga en cuenta esta carta para constatar que la reunión de Singapur, para bien de las dos partes, pero en detrimento del mundo, no se celebrará", dice el documento. Aunque el tono es cortés y diplomático, lleva también una amenaza implícita. "Usted habla de sus capacidades nucleares, pero las nuestras son tan masivas y poderosas que le rezo a Dios para que nunca tengamos que utilizarlas".

Las palabras que han enervado a Trump las pronunció la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son Hui, en respuesta a las amenazas proferidas por el vicepresidente, Mike Pence, que en una entrevista a Fox News aseguró que Kim acabará como Gadafi si no negocia. El dictador libio fue asesinado por los rebeldes que se levantaron contra su régimen después de que la OTAN interviniera para acabar con su Gobierno en una misión que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas había autorizado estrictamente con el propósito de evitar una catástrofe humanitaria. Años antes, Gadafi había renunciado a su programa nuclear con la esperanza de deshacerse de las sanciones internacionales y evitar una intervención estadounidense. 

Oportunidad

De ahí el malestar norcoreano. Choe aseguró el miércoles que las palabras de Pence son "ignorantes y estúpidas" y le acusó de amenazar a su país con "actos ilegales y escandalosos". El cruce dialéctico sirvió para poner de manifiesto que el triunfalismo inicial que siguió al anuncio de la reunión, había pasado a mejor vida. En Pionyang tampoco gustaron las recientes maniobras militares conjuntas entre EE UU y Corea del Sur, ejercicios que pese a su carácter rutinario son vistos desde el Norte como una hostil provocación. 

Trump describe el diálogo que han mantenido las dos partes en las últimas semanas, escenificado con el viaje a Pionyang del secretario de Estado, Mike Pompeo, como "estupendo" y le agradece la liberación de los tres prisioneros estadounidenses. "Fue un gesto hermoso que aprecio enormemente", señala. También insiste en que mantiene su deseo de reunirse con el autócrata norcoreano. "Si cambia de parecer respecto a esta importante reunión, no dude en llamarme o escribirme", dice la carta remitida a "Su Excelencia Kim Jong-un"

Fracaso

Pero sus palabras denotan cierta incongruencia. O, si se quiere, una deliberada intención de culpar al regimen norcoreano del fracaso diplomático, cuando ha sido la Casa Blanca la que ha optado por cancelar la reunión. Lo ha hecho además el mismo día en el que Corea del Norte ha destruido una base utilizada para realizar sus ensayos nucleares, un gesto que denota su aparente compromiso con el proceso de pacificación.  

La carta de Trump acaba afirmando que Pionyang ha desaprovechado una oportunidad única. "El mundo, y Corea del Norte en particular, han perdido una gran oportunidad para una paz duradera, acompañada de una gran prosperidad y riqueza. Esta oportunidad perdida es un verdadero momento triste en la historia".  

En declaraciones ante la premsa, Trump ha advertido a Pyongyang contra cualquier acto "irresponsable", asegurando que la campaña de "máxima presión" sobre esa país va a continuar. "Esperamos que sucedan cosas positivas sobre el futuro de Corea del Norte, pero si eso no sucede, estamos más preparados que nunca. Mientras, continuarán nuestras duras sanciones, de lejos las más duras jamás impuestas, y una campaña de máxima presión [hacia Corea del Norte]", ha dicho.