CRISIS POLÍTICA EN PERÚ

Kuczynski se salva de ser destituido por el Congreso peruano

El presidente del Perú ha logrado sortear el intento por parte de la oposición, encabezada por parte del fujimurismo, de echarle del poder por su presunta relación corrupta con una consturctora brasileña

Abel Gilbert / Buenos Aires

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Los milagros existen en política y en Perú, al menos para Pedro Pablo Kuczynski. El presidente peruano contaba las horas que le quedaban en el poder mientras el Congreso discutía su destitución por una “incapacidad moral” derivada de sus presuntas relaciones con la empresa constructora de Brasil, Odebrecht. El fujimorismo creía tener los votos suficientes para forzar la salida de un cargo asumido hace menos de un año y medio. 

Pero algo ocurrió en el proceso y 10 integrantes de su bancada, entre ellos Kenji Fujimori, el hijo del dictador encarcelado por delitos de lesa humanidad, decidieron abstenerse de condenar al mandatario. Se necesitaban 87 votos de los 130 legisladores presentes para echar al mandatario: solo consiguieron 78. 

Kuczynski, que durante su discurso ante los parlamentarios les había exhortado a escuchar la voz de sus conciencias y a no favorecer un golpe fue finalmente absuelto. El presidente de cuño neoliberal, primo directo del gran cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard, festejó la novedad sobriamente. “Mañana empieza un nuevo capítulo en nuestra historia: reconciliación y reconstrucción de nuestro país”, afirmó.

¿Favor por favor?

La palabra “reconciliación” sorprendió a propios y extraños. ¿A quién extendía el perdón el presidente? ¿A los congresistas que, como había dicho, mancillaban su inocencia? Pocas horas después, comenzaron a aflorar algunas respuestas e interpretaciones. Según el diario La Republica, en el penal de Barbadillo avanza un expediente de indulto presidencial “a favor del reo” (Alberto) Fujimori. Los documentos “podrían ingresar en cualquier momento a la Comisión de Gracias Presidenciales, en el Ministerio de Justicia”.

De hecho, informó El Comercio, se presentaron 43 peticiones a favor de Fujimori y 39 fueron rechazadas. Alberto Borea, el encargado de la defensa de Kuczynski, y que en su alegato ante los congresistas invocó el fantasma tenebroso de los años noventa cuando gobernaba 'el Chino', como se denomina a Fujimori, ha quedado descolocado ante la novedad. Cuando le preguntaron si hubo un intercambio de favores respondió: “No conozco nada de una conversación sobre el indulto del señor Alberto Fujimori. Yo defendí una causa republicana, una causa que protege la democracia de una ambición desmedida de hacerse del poder desde el Parlamento cuando no fue elegido”. Por lo pronto, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, decidió abandonar el Gobierno.

Posible sanción a los díscolos

Allegados al actual presidente negaron que el presidente hubiera pactado con un sector del fujimorismo una absolución a cambio de la salida de la cárcel del hombre que dominó Perú durante una década. Señalan en ese sentido que el bloque fujimorista se partió debido a una disputa interna entre los hijos de Fujimori, Keiko, la líder de Fuerza Popular y fallida aspirante a la presidencia en dos oportunidades (2011 y 2016), y Kenji. El partido quiere incluso sancionar a los díscolos que impidieron echar a Kuczynski y tenían ya diseñada la hoja de ruta: elecciones presidenciales a corto plazo, que pensaban ganar, y dominio en el Parlamento. Las cosas no salieron como creían. 

presidente peruano pedro pablo kuczynski

presidente peruano pedro pablo kuczynski / periodico

Los episodios que llevaron a Kuczynski al borde del precipicio tienen que ver con los contratos firmados entre el 2004 y el 2006 con Odebrecht por su consultora financiera, Westfield Capital. Entonces era ministro de Economía y además primer ministro del entonces presidente Alejandro Toledo, también acusado de haber recibido cifras millonarias. Su salida le habría añadido a la crisis de representatividad política peruana una cuota más sombría.

El primer presidente del 'posfujimorismo',  Toledo, se encuentra prófugo de la Justicia. Su sucesor, Alan García, sabe que tampoco está libre de vínculos con la constructora brasileña. Ollanta Humala, que tomó el puesto en el 2011, se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario por el mismo tema. Humala celebró que se haya podido preservar “la estabilidad política del país”. Sin embargo, advirtió que “el peligro no ha pasado”.