ACUERDO DE COALICIÓN

Los ultras controlarán carteras de peso en el nuevo Gobierno de Austria

El Ejecutivo del conservador Kurz, futuro canciller federal, endurecerá la política de inmigración y recortará los derechos de los extranjeros

Sebastian Kurz (derecha) y Heinz-Christian Strache, tras la conferencia de prensa celebrada en el monte Kahlenberg, en Viena, el 16 de diciembre.

Sebastian Kurz (derecha) y Heinz-Christian Strache, tras la conferencia de prensa celebrada en el monte Kahlenberg, en Viena, el 16 de diciembre. / periodico

El Periódico / Viena

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El partido ultranacionalista FPÖ ocupará seis de las 14 carteras del nuevo Gobierno austriaco, pactado este fin de semana con el Partido Popular (ÖVP), entre ellos los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior. Así se ha conocido este domingo en la presentación del programa de Gobierno en Austria, que endurecerá la política de inmigración, recortará derechos a los extranjeros y defenderá una UE con menos competencias y más eficacia.

Durante la presentación de los detalles del acuerdo de coalición, Sebastian Kurz, el líder del ÖVP y futuro canciller federal -que a sus 31 años será el jefe de Gobierno más joven de Europa- aseguró que Austria necesita cambios y lamentó que en los últimos años el país transalpino haya pasado de ser “una Alemania mejorada” a “quedarse rezagado”.

Junto a Kurz, el jefe del FPÖ y futuro vicecanciller, Heinz-Christian Strache, destacó que una de las prioridades del nuevo Ejecutivo será frenar la inmigración ilegal y “detener la inmigración al sistema social” de Austria, dijo. De ese modo, la renta mínima para los solicitantes de asilo se reducirá hasta los 365 euros mensuales que, afirmó Strache, podrá ser complementada con un “bono de integración” de 155 euros.

El Gobierno luchará también contra el fraude en las peticiones de asilo, tramitará más rápidamente las solicitudes y acelerará las expulsiones de falsos solicitantes de asilo. Sobre la inmigración, Kurz insistió en rechazar el sistema europeo de reparto solidario de refugiados, estrategia que sí defendía el hasta ahora canciller, el socialdemócrata Christian Kern.

“No podemos perder el tiempo en la discusión del reparto de refugiados, cuando sabemos que no funciona”, señaló Kurz, uniéndose así a la postura defendida por Eslovaquia, Hungría, la República Checa y Polonia, y que les ha valido a estos tres últimos países un procedimiento de infracción por no cumplir sus compromisos.

Interior, Exteriores y Defensa

El FPÖ, que volverá al Gobierno tras su controvertida participación en el 2000, ha conseguido importantes carteras ministeriales, entre ellas las del aparato de seguridad del Estado. Interior será para Herbert Kickl, actual secretario general del FPÖ y jefe de campañas electorales, en las que fue autor de numerosos eslóganes xenófobos e islamófobos. Por su parte, la nueva ministra de Exteriores será Karin Kneissl, que pese a no militar en el FPÖ comparte su rechazo a la llegada de refugiados.

Aun considerándose europeísta, Kneissl no tendrá control sobre la agenda europea, que quedará en manos del ÖVP y de Sebastian Kurz, con un ministro de la Cancillería, Gernot Blümel, de su total confianza. Los ultras controlarán también Asuntos Sociales y Sanidad, Defensa e Infraestructuras, cartera que ocupará el excandidato presidencial Norbert Hofer. El líder del FPÖ no será solo vicecanciller, sino también ministro de Funcionarios y Deportes.