CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Niños refugiados durmiendo en calabozos en Grecia

Más de 2.100 menores sin acompañar aún esperan acceder a un refugio seguro, denuncian 11 oenegés

Unos niños sirios esperan junto a otros refugiados para cruzar la frontera entre Macedonia y Serbia, cerca de Miratovac, el 26 de enero del 2016.

Unos niños sirios esperan junto a otros refugiados para cruzar la frontera entre Macedonia y Serbia, cerca de Miratovac, el 26 de enero del 2016. / periodico

Adrià Rocha Cutiller / Estambul

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Más de 2.100 menores no acompañados se encuentran en las islas griegas a la espera de ser reubicados, sin alojamiento adecuado y sin ayuda médica suficiente, han explicado este miércoles, en un informe, 11 oenegés, entre las que se encuentra Oxfam España.

«A pesar de los crecientes esfuerzos para trasladar a personas refugiadas al continente, las instalaciones de recepción en las islas siguen estando peligrosamente superpobladas y muchas familias comparten tiendas de campaña sin calefacción a las puertas del invierno», explica el informe, que pone especial énfasis en la situación de los niños: «Los que no están acompañados, que viven sin sus familias, pasan cada vez más noches en celdas de la policía, en alojamientos inadecuados o en las calles debido a la escasez de refugios seguros».

Según el acuerdo al que llegaron la Unión Europea, Grecia y Turquía, Turquía acepta el retorno de refugiados desde Grecia siempre que vengan de las islas griegas. Por esto, Atenas, para poder mandar a los refugiados de vuelta a territorio turco, paró los barcos en dirección a la Grecia continental: en la actualidad, en las islas de Lesbos, Chios, Samos, Kos y Leros, aún quedan 15.000 refugiados atrapados.

Los campos de estas islas sólo pueden soportar a un tercio del total de personas en necesidad de refugio. Muchos, por lo tanto, se ven obligados a vivir fuera de ellos, en tiendas de campaña y sitios improvisados. En estas condiciones, tres refugiados murieron el año pasado, intoxicados por respirar monóxido de carbono de un calefactor.

«Existen largas demoras y lagunas en la gestión griega con la crisis de los refugiados», explica el informe de las oenegés, que también asegura que, a ello, se le debe sumar «una notable escasez de personal médico y legal».

Aceleración del proceso

Pero el Gobierno griego, este lunes, aseguró estar en condiciones de solucionar el problema. Según explicaron varios oficiales griegos a la agencia AFP, Atenas, antes de que empiecen los meses más duros del invierno, acelerará las recolocaciones de refugiados desde las islas hacia el continente; para luego mandarlos de vuelta a Turquía.

Se trata de un nuevo pacto al que llegaron el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuando este último visitó Grecia la semana pasada. A partir de ahora, Atenas podrá enviar refugiados a Turquía tanto desde sus islas como desde territorio continental.

La redistribución, de hecho, ya ha empezado. Atenas asegura que, en los últimos días, ha estado transfiriendo a unas 1.000 personas; y que, desde octubre, ha enviado al continente unos 3.500 refugiados. Antes de que las temperaturas bajen más, durante este mes de diciembre, el Gobierno griego espera trasladar a 5.000 más.

Pero la situación, en las islas, dista de estar bajo control. El Comité Internacional de Rescate —una de las oenegés que ha colaborado en el informe publicado este miércoles— dice que, en la actualidad, hay unos 3.000 niños en toda Grecia —2.100 en las islas— que están solos y sin familia. De ellos, según la organización, sólo 1.000 viven en refugios. Son los que pueden recibir asistencia médica y alimento suficientes.

«Los demás están en lista de espera, lo que supone que puede haber cientos de niños durmiendo en las calles o en alojamientos sin condiciones. Estos niños corren un grave riesgo —explica la directora en Grecia de esta oenegé, Jana Frey—. La preocupación principal en este momento debe ser su seguridad y bienestar».