Política migratoria

El fracaso del reparto de refugiados agrieta la Unión Europea

Tusk, en la rueda de prensa posterior a una reunión de los Veintiocho, en Bruselas.

Tusk, en la rueda de prensa posterior a una reunión de los Veintiocho, en Bruselas. / periodico

Silvia Martínez

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El sistema de reparto obligatorio de refugiados reparto obligatorio refugiados ha provocado "muchas divisiones", la "estrategia ha resultado ineficaz" y las "promesas financieras", inadecuadas para el desafío tan importante al que se enfrenta la UE, que no tiene "ni la capacidad ni posibilidades legales" para reemplazar a los Estados miembros en la gestión de la crisis migratoria.

Este es el oscuro diagnóstico del que parte el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una nota de trabajo destinada a animar el nuevo debate sobre el futuro de las políticas migratorias que celebrarán los líderes de la UE en el Consejo Europeo que arranca este jueves en Bruselas.

"Espero mantener una discusión política franca y abierta sobre inmigración durante la cena sobre la base de la nota. Creo que es importante examinar qué ha funcionado -y qué no- en los últimos dos años y sacar las lecciones necesarias", avanza Tusk en su carta de invitación a los 28 jefes de Estado y de Gobierno. Pero si hay algo, por encima de todo, que no ha funcionado, apunta el polaco, es el sistema de cuotas. "La cuestión de las cuotas obligatorias ha demostrado ser altamente divisoria y la estrategia ha resultado ser ineficaz", sostiene en el documento que acompaña a la carta. Si no hay soluciones para junio de 2018, "el presidente del Consejo Europeo presentará propuestas para avanzar", precisa.

"Inaceptable"

La Comisión Europea no solo no comparte su opinión sino que ha recibido el documento de Tusk como un verdadero torpedo a su línea de flotación. "La carta preparada por el presidente Tusk es inaceptable y antieuropea y niega todo el trabajo que hemos hecho en los últimos años" y que "hemos hecho juntos", ha afeado, enfadado, el comisario de inmigración, Dimitrios Avramopoulos.

Es más, el griego ha acusado al polaco de desviarse de su papel de generador de consensos. "El papel del Consejo Europeo es defender la unidad y los principios europeos" y "este papel socava unos de los principales pilares del proyecto europeo, la solidaridad", ha advertido insistiendo en que la gestión migratoria es un esfuerzo que los 28 deben afrontar de forma conjunta, en el que no caben soluciones a la carta.

No es la primera vez que el conservador polaco sostiene públicamente que el mecanismo para repartir refugiados, alumbrado hace dos años para ayudar a Grecia e Italia, no tiene futuro. La última vez fue a mediados de octubre cuando urgió a buscar una solución para recomponer el consenso y terminar con el enfrentamiento que mantiene la UE con los países de Visegrado -Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia- por su reiterada negativa a acoger refugiados. Es más, aunque el Tribunal de Justicia de la UE avaló el sistema a finales de julio, ninguno ha dado su brazo a torcer y Bruselas ha tenido que recurrir a la Corte europea para buscar el castigo contra los tres países que a su juicio siguen incumpliendo su obligación -Polonia,Hungría y la República Checa-.

Lo cierto es que no todos los Estados miembros han acogido con buenos ojos la intromisión de Tusk. La última discusión preparatoria de los 'sherpas' -encargados de cocinar y perfilar los debates de las cumbres- estuvo "caldeada" y el mecanismo de reparto de cuotas sigue generando tantas divisiones como cuando se creó. De ahí el llamamiento que hará Tusk este jueves a sus colegas para que busquen una "solución consensuada" de aquí a junio. "El objetivo no es imponer soluciones" y "no es una lucha de instituciones", aseguran fuentes diplomáticas. La inmigración sigue por ahora más bien dividiendo.