BÚSQUEDA ANGUSTIOSA

La Armada argentina dice ahora que el submarino sufrió una explosión

Abel Gilbert

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Ocho días tuvieron que pasar desde que el 'ARA San Juan' se hundiera en el mar de la incertidumbre para que la Armada argentina empezara a ofrecer amargas informaciones que se acercan a la verdad de lo ocurrido. De acuerdo con la institución naval, el 15 de noviembre, el día en que el submarino perdió contacto con su base de operaciones en Mar del Plata, “hubo un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, compatible con una explosión”. Y esto sucedió en la zona por donde navegaba el  sumergible. Aunque se evitaron las descripciones luctuosas, todo un país intuyó que los 44 tripulantes del submarino no volverán a pisar tierra firme.  “Todavía no sabemos dónde están el submarino y nuestra gente”, reconoció la Armada horas más tarde, en la noche del jueves, y cuando, según el diario Clarín, su cúpula pende de un delgado hilo. El portavoz de la institución,  Enrique Balbi precisó que en la zona de búsqueda orientada a través del alertada dado por las estaciones internacionales de monitoreo nuclear que detectaron la explosión, se encuentran seis embarcaciones con el propósito de encontrar al sumergible. A su vez, continúa la preparación de un mini submarino que tiene la capacidad de ser utilizado  de manera remota, puede sumergirse a 650 metros con dos médicos para las tareas de rescate, y  albergar hasta 16 personas con una campana de salvamento donde se pueden reralizar intervenciones quirúrgicas. “No descartamos nada”,  dijo Balbi, y se negó a hablar explíctamente  de fallecidos. “Hasta que no tengamos una evidencia certera de dónde está el submarino no podemos efectuar una afirmación contundente”, añadió. El oficial reconoció la reacción de los familiares de los 44 tripulantes después de que se informara sobre la explosión. “Las entendemos a las familias, es un momento critico. Queremos resaltar que es prioridad para la Armada el respeto de ellos. Estamos haciendo lo humanamente posible para contenerlos, brindarles asistencia psicológica y médica, alojamiento. Además, les informamos siempre primero”.

El Gobierno había sido informado por la mañana sobre la explosión a través del embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, a su vez representante ante la Organización de Control de Pruebas Nucleares. Ese organismo está dotado de una red de estaciones sísmicas hidroacústicas que puede verificar ensayos. Grossi avisó al ministro de Exteriores, Jorge Faurie, y este se lo hizo saber al titular de Defensa, Óscar Aguad, quien por primera vez fue informado de lo que había ocurrido en el Atlántico Sur antes de que lo supiera la Marina de Guerra. El portavoz de la Armada, el capitán Enrique Balbi, informó luego de la novedad públicamente. Balbi dijo que se desconocían las causas de la “explosión”, y de inmediato, como si se corrigiera, precisó que habría sido una “implosión”. 

Causa judicial

El fiscal Lucas Colla es el encargado de dilucidar qué ha ocurrido con el ARA San Juan. “No estamos investigando a la Armada”, aclaró. La justicia trata de esclarecer algunos puntos oscuros referidos a la suerte del sumergible. “¿Por qué una embarcación que debía circular y comunicarse periódicamente no lo hizo más”. El último contacto que tuvo la tripulación con su base fue el miércoles 15 de noviembre a las 7:30 de la mañana y la explosión registrada fue tres horas después en el mismo lugar, según consta en la documentación que le hicieron llegar al Gobierno y que fue citada por el portal Infobae.

Sigue el operativo

Los equipos de medición hidroacústica de anomalías sísmicas con los que se registran eventuales explosiones nucleares están en la británica isla Ascensión y en la isla Crozet, parte de un archipiélago francés situado al sur-sudeste de Sudáfrica, de latitud coincidente con Puerto Deseado, en la provincia argentina de Santa Cruz. “O sea: dos sensores a 7.000 kilómetros y otro a unos 10.000 kilómetros de distancia registraron el suceso catastrófico que habría hecho sucumbir al S-42”, concluyó el diario 'La Nación'.

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El nuevo parte de la Armada coincide con el impresionante operativo internacional, en el que colaboran más de una docena de países, con el propósito de localizar al sumergible. Las tareas se despliegan en el mar austral argentino en medio otra vez de condiciones climáticas adversas.  “En caso de que se haya ido al fondo más allá del talud de la plataforma continental, no se puede descartar que el casco haya colapsado irremediablemente”, añadió 'La Nación'.

Equipamiento obsoleto

Especialistas y veteranos recordaron el caso del 'Scorpion', un submarino nuclear estadounidense declarado perdido en junio de 1968 con 99 tripulantes en su interior. El hallazgo del 'ARA San Juan' permitiría no obstante conocer algo más de lo ocurrido, las razones de una explosión que se da por cierta y si también hubo problemas con las baterías que suministraban energía al submarino.

La suerte corrida por el 'ARA San Juan' puede estar relacionada con la obsolescencia del equipamiento de la Armada, y se señala además la existencia de otras negligencias que pronto serán investigadas por la justicia. Entre rumores, hipótesis infundadas y las primeras certezas, están los 44 tripulantes y sus familiares. Los seres queridos de Pedro Martín Fernández, el capitán del submarino, no dejan de decir en voz alta lo que repetía antes de volver al mar. Fernández juraba a los suyos que este iba a ser su último viaje. “Después se quedaría con nosotros”, contó su octogenaria madre, Emma Nelly Juárez.