Guerra en Oriente Próximo

Putin reúne en Sochi a los líderes de Turquía e Irán para lanzar su "plan de paz" para Siria

Putin, en el centro, con Erdogan (derecha) y Rouhani, en la reunión sobre Siria en Sochi.

Putin, en el centro, con Erdogan (derecha) y Rouhani, en la reunión sobre Siria en Sochi. / periodico

Marc Marginedas

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Tres días para lanzar un "proceso de paz" en Siria cuya batuta estará en manos de Rusia y, más concretamente, de su presidente, Vladímir Putin. Horas después de reunirse en secreto con el presidente sirio, Bashar el Asad, el líder del Kremlin ha congregado este miércoles, también en Sochi, a sus dos socios en las negociaciones del país árabe -el líder iraní, Hassan Rouhani, y el hombre fuerte de Turquía, Recep Tayyip Erdogan- para celebrar una cumbre tripartita con el objetivo de sentar las bases para un "diálogo político" en Siria. 

"Una verdadera posibilidad de poner fin a esta guerra civil que se ha prolongado durante años ha aparecido", ha proclamado con pompa el mandatario ruso en la ronda inicial de discursos. "Es evidente que el proceso no será fácil y que requerirá compromisos y concesiones de la parte de todos, incluyendo el Gobierno sirio", ha remachado, en tono asertivo

Sus dos invitados le respondieron con grandes palabras y algunas lineas rojas. Mientras el iraní Rohani ha instado a la nación siria no permitir "ninguna interferencia de los extranjeros", en velada referencia a EEUU y a la UE, el turco Erdogan ha augurado que en el transcurso de la reunión, se adoptarían "decisiones trascendentales".

Convocatoria de un congreso de diálogo

Uno de los principales objetivos de la cumbre tripartita es la convocatoria en territorio ruso, de lo que la diplomacia del Kremlin denomina como "congreso de diálogo nacional sirio", en el que participaría el régimen y la oposición, una idea rechazada hasta ahora por estos últimos, dada la desconfianza que les genera Rusia como árbitro y su preferencia por las conversaciones de Ginebra auspiciadas por la ONU. El anuncio de la cita lo realizó el propio Putin durante la tarde, tras reunirse con sus invitados.   

Precisamente, en el bando de los rebeldes opuestos al régimen de Bashar el Asad se están produciendo cambios, mientras que en el plano de las relaciones internacionales, Arabia Saudí, uno de sus principales valedores, estrecha lazos con Rusia, llegando a fraguar una sorprendente alianza para mantener el precio del petróleo, lo que podría influir en el desarrollo de las conversaciones futuras entre el régimen y la oposición.

En los últimos días se ha materializado la dimisión de Ryad Hijab, quien encabezaba el Comité para las Altas Negociaciones, la delegación opositora presente en las conversaciones auspiciadas por la ONU. Hiyab se oponía radicalmente a cualquier tipo de componenda que permitiera a Asad, acusado de graves crímenes de guerra y contra la humanidad, seguir en el poder. La renuncia de Hijab hacía entrever a los observadores concesiones en este espinoso tema, que ha bloqueado cualquier avance. 

Sin embargo, las diferentes facciones sirias, mantienen, al menos por el momento, dicha demanda. Reunidas este miércoles en Riyad, la capital de Arabia Saudí, volvieron a reivindicar que Asad renuncie a la presidencia de Siria, según el borrador del documento final del encuentro al que ha tenido acceso la cadena Al Arabiya. 

Un "equipo fuerte"

A la conferencia, que ha tenido lugar en un hotel de lujo de la ciudad, ha asistido el mediador de la ONU para el conflicto sirio, Staffan de Mistura, quien ha conminado a los opositores sirios a adoptar una posición común para así mejorar sus posibilidades en las negociaciones. "Necesitamos un equipo fuerte y unificado", ha conminado De  Mistura.

Pese al optimismo del Kremlin, cuyo líder ha proclamado con boato que la guerra estaba en fase terminal, continúan registrándose nuevas matanzas sobre el terreno. Según los Cascos Blancos, un grupo de defensa civil que rescata de entre las ruinas a las víctimas de los ataques aéreos, un centenar de personas ha perdido la vida en los últimos días como consecuencia de los bombardeos rusos y del régimen contra sus posiciones en los alrededores de Damasco.