UN PAÍS EN VILO

Operación internacional para localizar al submarino argentino

Fotografia sin fecha cedida por la Armada Argentina que muestra el submarino desaparecido.

Fotografia sin fecha cedida por la Armada Argentina que muestra el submarino desaparecido. / periodico

Abel Gilbert / Buenos Aires

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Nos preocupa la situación del oxígeno, porque estamos en el sexto día”, reconoció la Armada argentina mientras la marina estadounidense encabeza un gran operativo internacional para encontrar al submarino ARA San Juan, que perdió contacto con su base el pasado miércoles con 44 tripulantes a bordo. La misión se puso en marcha en el puerto de Comodoro Rivadavia, 1700 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. Pero por primera vez, la institución castrense hizo saber a través de su portavoz, Enrique Balbi, que el panorama no es alentador. “La esperanza no la perdemos, pero estamos en una etapa crítica”, dijo Balbi. Las palabras golpearon hondo a los familiares que esperan que regresen con vida. Psicólogos de la Armada trataban en la noche del martes de contenerlos emocionalmente. El cardenal de la ciudad de Buenos Aires, Mario Poli celebró una misa por los tripulantes. “Todo el mundo está rezando por los 44 hermanos que están en el submarino”, dijo.“Estamos poniendo el mando de esta situación, por las incoherencias que se ven y el enfoque que tienen, que no saben lo que pasó, en manos de Dios”, dijo Claudio Rodríguez,  hermano de Hernán Rodríguez, el jefe de máquinas del ARA San Juan. Los medios de prensa hablan de desinteligencias entre la cartera de Defensa y la Armada. De acuerdo con el diario La Nación, el ministro Oscar Aguada fue el último en enterarse de los problemas que tuvo el sumergible.

En la mañana del martes, por pocos minutos, se creyó que el rescate estaba al alcance de la mano por el hallazgo de una balsa vacía y el disparo de una bengala blanca. Sin embargo, las expectativas se esfumaron cuando el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, dijo que, por su color, el bote en cuestión no pertenecía al sumergible y los proyectiles de iluminación, vistos durante la madrugada en pleno rastrillaje, procederían de otro navío extraviado en el Atlántico Sur.

Mejora meteorológica

Balbi solo pudo ofrecer una buena noticia: las condiciones meteorológicas en el área de búsqueda del submarino han mejorado. Las olas pasaron de ocho a cuatro metros de altura. La Marina de EEUU trajo sus equipos de la base hawaiana de Pearl Harbor en uno de los aviones militares más grandes del mundo, el C-5.

Además de los marines norteamericanos participa también la Armada Argentina. Mientras, la Armada española ha enviado equipamiento especializado: tres contenedores que podrían hacer llegar a la tripulación del submarino suministros, medicinas o incluso oxígeno en caso de que sea localizado.

Una cámara de rescate

La búsqueda se centrará en principio en la última posición conocida del submarino: 432 kilómetros mar adentro del Golfo San Jorge. Un Bluefin 12D y tres Iver 580, cuatro vehículos sumergibles no tripulados y manejados por control remoto, que poseen una sonda de gran alcance, pueden operar a gran profundidad y viajar a 4,6 kilómetros por hora, tratarán de detectar al sumergible.

En caso de que lo encuentren, el 'Skandi Patagonia', un barco que participa en el operativo, lleva a bordo una cámara de rescate presurizada.  Se trata de un pequeño submarino que puede acoplarse al ARA San Juan y sacar a los tripulantes, de a seis, a un ritmo parecido al que permitió extraer a los 33 mineros chilenos de las entrañas de la tierra, siete años atrás.