CONFLICTO EN IRAK

Los kurdos iraquís ofrecen al Gobierno "congelar" el referéndum

El Gobierno del Kurdistán iraquí pretende "rebajar la tensión" porque "Irak nos está atacando"

EN ERBIL Ciudadanos kurdos celebran la victoria del 'si' en el referéndum.

EN ERBIL Ciudadanos kurdos celebran la victoria del 'si' en el referéndum.

Adrià Rocha Cutiller

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El presidente del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (KRG), Masoud Barzaní, está preocupado. Desde hace semanas, desde que se celebró el referéndum de independencia kurdo, Barzaní no ha aparecido en escena. Está, según los miembros de su Ejecutivo, intentando buscar una solución al conflicto. Pero hasta la fecha no ha habido ninguna negociación y el Kurdistán iraquí se ha ido quedando apartado, solo en una región donde -a parte de Israel- no tiene ningún amigo.

Bagdad, la semana pasada, inició una ofensiva militar para tomar la ciudad de KirkukKirkuk, una de las ciudades en disputa con Erbil -la capital del Kurdistán iraquí. Los 'peshmerga', los soldados del Ejército kurdo, se retiraron. La ciudad y sus reservas de petróleo están, ahora, controladas por el Gobierno central de Irak. Y en Erbil asusta a una nueva intervención militar.

Por esto, «para rebajar la tensión», el KRG ha anunciado este miércoles la congelación del resultado del referéndum del pasado 25 de setiembre. «Hemos pedido la suspensión temporal, no la cancelación, del resultado porque no queremos que la tensión escale más. Porque Irak nos está atacando», dice a EL PERIÓDICO Janghis Awakalay, miembro del departamento de Relaciones Internacionales del Partido Democrático del Kurdistán (KDP), la formación de Barzaní.

El presidente del Kurdistán iraquí, de hecho, cuando convocó el referéndum, dijo que lo hacía para, después, poder empezar a negociar con Bagdad la independencia. El referéndum se celebró, ganó el ‘sí’ y Bagdad, como ya había anunciado antes, se negó a sentarse a negociar: «No hablaremos con nadie que no respete la Constitución de Irak», alegó el primer ministro del país, Haider al Abadi.

«Buena voluntad»

«Buena voluntad»«No creemos que convocar el referéndum fuese un error. Al contrario. Nosotros queríamos resolver el estatus quo. Sin embargo, ahora hemos congelado su resultado, y esperamos que este paso de buena voluntad sirva para que Bagdad se siente ha dialogar. Queremos que las operaciones militares acaben. La violencia no ayuda a nadie», dice Awakalay.

El anuncio de la congelación ha llegado el mismo día en el que Abadi ha viajado a Turquía para reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, antes aliado de Barzaní pero que ahora, tras la celebración de referéndum, ha girado la espalda a Erbil. Erdogan consideró la votación una traición y dijo que, si los kurdos iraquís no se echaban atrás, Turquía les podría obligar a pasar hambre.

«Hemos reiterado muchas veces nuestra posición contraria sobre ese referéndum ilegítimo. Hoy sigue siendo la misma», dijo Erdogan este miércoles en rueda de prensa tras reunirse con Abadi en el palacio presidencial de Ankara. Ni Erdogan ni Abadi, durante su declaración pública, mencionaron el anuncio del Kurdistán iraquí.

Sí que hablaron, en cambio, de la lucha contra el Estado Islámico y de petróleo. Un asunto controvertido: Turquía compraba, antes, crudo a los kurdos iraquís. Ahora quiere tratar este asunto directamente con Bagdad.

Barzaní, por esto, no quiere la interferencia de los demás países en la cuestión del referéndum. Sólo quiere sentarse a hablar con el Gobierno central iraquí: «El referéndum fue un asunto interno entre Bagdad y Erbil, y no queremos que ni Turquía ni Irán se entrometan», comenta Awakalay. Irán, de hecho, tras este anuncio del KRG, ha dicho que reabrirá su frontera con Erbil en los próximos días. Teherán cerró esa frontera el mismo día de la celebración de la votación, el 25 de setiembre.

Última medida

Última medidaPero, si las negociaciones no se retoman, el KRG dice tener un plan ‘b’. «Esperamos que no pase, pero si la suspensión no sirve, si Bagdad no se sienta a negociar, estamos dispuestos a todo. Absolutamente todo. Si hace falta, defenderemos el Kurdistán con las armas. Habrá sangre, batalla y fuego. Morirá gente», asegura Janghis Awakalay, del partido de gobierno del Kurdistán iraquí.

«Ahora mismo tenemos dos millones de refugiados en nuestro territorio. Y si todo esto pasa se tendrán que marchar. E irán a Europa, Turquía o donde sea. Pero se tendrán que ir. Si, después de nuestro gesto, vemos otra amenaza militar por parte de Irak, la contestaremos. Esperamos que no pase, pero estamos preparados para lo peor», dice Awakalay.

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