DATOS DE LA FAO

El hambre afecta a 815 millones de personas en el mundo

En el Día Mundial de la Alimentación el organismo de la ONU ha advertido que el número de personas que no tiene que comer ha repuntado en los últimos años debido a las guerras y al cambio climático

hambre en el mundo

hambre en el mundo / periodico

Rossend Domènech / Roma

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“El hambre no es una enfermedad incurable”, ha dicho el papa Francisco a los delegados de todo el mundo reunidos en Roma para hacer balance del hambre en el planeta, en el  “Dia mundial de la Alimentación” que se celebra este lunes. Desde que se puso en marcha la operación “hambre cero”, gracias a la dirección del máximo responsable de la FAO, José Graziano da Silva, el hambre crónica ha pasado de afectar de mil millones de personas a 750 millones, pero en los últimos años la cifra ha repuntado hasta los 815 millones.

“Las guerras y el cambio climático son las principales causas del hambre”, ha dicho Francisco, criticando a los que “por desgracia” se alejan” del acuerdo de París sobre el clima, en clara referencia al presidente estadounidense, Donald Trump. “Ciertamente las guerras y el cambio climático determinan el hambre, por lo que debemos evitar de presentarla como una enfermedad incurable”, ha dicho el Pontífice. “No podemos resignarnos diciendo que ya pensará en ello algún otro”, ha añadido.

“El G7 sobre alimentación –celebrado el fin de semana en Italia—ha ayudado a agudizar el enfoque en la necesidad de hacer que los sistemas alimentarios sean más sostenibles, incluso mediante enfoques territoriales, y aplaudimos el reconocimiento del papel esencial de las mujeres y de los jóvenes para alcanzar la seguridad alimentaria”, ha dicho, por su lado, Graziano da Silva a los ministros de Agriultura de las principales potencias.

Prevenir y dar respuesta

El director de la FAO ha ilustrado el papel de la agricultura y el desarrollo rural para prevenir y dar respuesta a los retos que plantean los conflictos, la migración y la seguridad alimentaria”. Da Silva ha invitado a los países ricos a colaborar con los pobres, porque, como ha dicho a modo de ejemplo, 75 de ellos “no tienen capacidad metereológica para ayudar a los campesinos en su labor”.

El Papa ha regalado a la FAO una estatua del niño Aylan, muerto en 2015 frente a las aguas de Bodrum (Turquía) en la tentativa de llegar a Europa, como simbolo, dijo, de la tragedia de las migraciones, provocadas por las guerras y el cambio climático.  “Escuchemos el grito de nuestros hermanos marginados y excluidos”, ha dicho el Papa, explicando que se trata de “una petición de justícia y no de una súplica o llamada a la emergencia”.