CRISIS DIPLOMÁTICA

EEUU reducirá su personal en Cuba por los misteriosos problemas de salud de sus diplomáticos

El FBI ha sido incapaz de descubrir el origen de los supuestos ataques tras visitar la isla

Vista de la embajada de EEUU en La Habana, el 29 de septiembre.

Vista de la embajada de EEUU en La Habana, el 29 de septiembre. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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El Departamento de Estado de EEUU se dispone a retirar a más de la mitad de su personal diplomático en Cuba debido a los misteriosos ataques que han herido a una veintena de sus funcionarios y parientes de estos apostados en la isla. La decisión llega solo tres días después de que el responsable de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, se reuniera con su homólogo cubano, Bruno Eduardo Rodríguez, en Washington para tratar de esclarecer lo sucedido. Según diversos medios norteamericanos, la reunión concluyó sin que Tillerson recibiera suficientes garantías sobre la seguridad de sus diplomáticos, a pesar de que Cuba niega estar detrás de los extraños incidentes y ha permitido al FBI que viaje a la isla para investigar los supuestos ataques.

Los problemas de salud de los diplomáticos destinados en Cuba comenzaron a finales del 2016. E incluyeron también a algunos de sus familiares. Según los informes médicos, los 21 afectados han sufrido traumas cerebrales moderados, problemas de equilibrio, pérdida completa de la audición, náuseas o intensos dolores de cabeza. Pero hasta ahora las autoridades estadounidenses han sido incapaces de descubrir la causa y la responsabilidad de los problemas de salud, aunque sospechan que podrían derivarse de ataques sónicos o de una fallida operación de espionaje electrónico. Los agentes del FBI han registrado la embajada en La Habana y las viviendas de su personal diplomático, revisando también las cámaras de seguridad, pero no han encontrado nada que explique lo sucedido, según 'The New York Times'.

El régimen de Raúl Castro ha negado cualquier responsabilidad en lo ocurrido, y como demuestra el permiso que ha concedido al FBI para investigar en la isla, un gesto muy poco habitual, está tratando de cooperar para esclarecer el misterio. “El Gobierno cubano nunca ha perpetrado ni perpetrará ataques contra ningún diplomático”, dijo tras la reunión en Washington. El comunicado también sostiene que La Habana “no ha permitido ni permitirá el uso de su territorio por terceras partes para este propósito”.

Tercer país

La tesis de un tercer país como posible responsable del incidente está ganando adeptos en la capital estadounidense. Esa tesis se alimenta también por el hecho de que un diplomático canadiense sufriera también repentinos problemas de salud, semejantes a los de sus colegas estadounidenses. Canadá tiene una relación muy estrecha con Cuba y es uno de los mayores socios comerciales de la isla caribeña.

Este extraño incidente ha puesto en peligro la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, dos años después de que se restablecieran formalmente. La Administración de Trump ha adoptado un tono mucho más duro hacia el castrismo del que imperó bajo el mandato de Barack Obama, pero hasta ahora no ha dado apenas pasos atrás para desandar el acercamiento entre dos de los grandes enemigos de la guerra fría.