ELECCIONES LEGISLATIVAS

La derecha mantiene el timón en Noruega

La primera ministra noruega  Erna Solberg  ejerce su derecho al voto en un colegio electoral

La primera ministra noruega Erna Solberg ejerce su derecho al voto en un colegio electoral / periodico

Carles Planas Bou / Berlín

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En Noruega todo cambia para seguir igual. Tras una reñida campaña, el próspero país nórdico ha vivido una jornada electoral parecida a la del 2013. El Partido Laborista ha vuelto a ser el más votado en las elecciones legislativas de este lunes con un 27,5% de las papeletas, según las primeras proyecciones, pero eso no le permitirá liderar el próximo Ejecutivo. Salvo sorpresa, ese peso recaerá de nuevo en la primera ministra Erna Solberg, líder del Partido Conservador, que ha obtenido un 25,6% de los votos.

Aun quedando segunda, la formación de centroderecha podrá reeditar un Gobierno de coalición para seguir al frente del país. Para ello deberá volver a pactar con el Partido del Progreso (Frp), que en el 2013 protagonizó la primera entrada de la extrema derecha en un Gobierno nórdico de la historia y que ahora ha caído hasta el 14,8% de los sufragios. En los últimos cuatro años, Solberg se había servido del apoyo parlamentario de otras fuerzas, como los democristianos o los liberales, para tener una mayoría amplia cara a aprobar sus medidas, mientras se relación con los populistas antiinmigración se iba quebrando. Ahora, cualquier intento para seguir en el poder pasará por darse la mano.

Los laboristas, a las puertas

No había un pronóstico claro para estos comicios, en los que han participado 3,7 millones de noruegos. Al final, como ya pasó en el 2013, el líder laborista Jonas Gahr Store se ha quedado a las puertas de poder formar una coalición de centroizquierda que los números finalmente no permiten. Su resultado está lejos del 30% que se había fijado como objetivo. El Partido Laborista, eso sí, mantiene el récord de ser el más votado desde 1924.

Noruega no forma parte de la Unión Europea y ante la falta de interés de sus ciudadanos el tema ha estado apartado de la campaña. Sin embargo, los partidos euroescépticos han aprovechado el momento de crisis de Bruselas para pedir una renegociación de los acuerdos como país miembro del Espacio Económico Europeo. Dos de esas formaciones, el Partido de Centro (10,2%) y el Partido Socialista de Izquierda (6%), han ganado peso y se han situado como cuarta y quinta fuerza. Ambos podrían tratar de pactar con los laboristas en un intento para gobernar en el principal exportador de petróleo y gas de Europa occidental.