YIHADISMO EN EL NORTE DE ÁFRICA

El Estado Islámico decapita a 12 combatientes y dos civiles en Libia

El macabro asesinato se ha producido tras un ataque yihadista contra fuerzas leales a Khalifa Haftar, el hombre fuerte del este del país magrebí

zentauroepp37559854 47663339   islamic state isis  flag flying on clear sky    b170824120105

zentauroepp37559854 47663339 islamic state isis flag flying on clear sky b170824120105 / periodico

Agencias / Trípoli

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al menos 12 combatientes y dos civiles fueron decapitados el miércoles en Libia en un ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI) contra una posición de las fuerzas leales al hombre fuerte en el este del país, Khalifa Haftar, un exmiembro de la cúpula militar que aupó a Gadafi y que años después, reclutado por la CIA, se convirtió en su principal opositor desde el exilio en EEUU.

La organización ha difundido un comunicado a través de su órgano de propaganda Amaq, en el que aseguraban que el número de milicianos muertos en combate en el ataque, que se ha producido a unos 500 kilómetros al sur de la capital, ascendía a 21. "Los cuerpos aparecieron con la cabeza cortada", ha explicado una fuente, sin especificar más detalles. 

Las regiones meridionales se han convertido en refugio de los grupos yihadistas desde que el pasado diciembre tropas aliadas al Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli dirigidas por la poderosa ciudad-estado de Misrata y apoyadas por la aviación estadounidense expulsaran al Estado Islámico de la ciudad de Sirte. 

Estado fallido

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en el 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Muamar Gadafi. Seis años después, dos gobiernos se disputan el poder, uno en el oeste sostenido por las Naciones Unidas y otro en el este bajo liderazgo del mariscal Khalifa Haftar. 

Destaca también en este caos el papel de la poderosa ciudad-estado de Misrata, principal puerto comercial del país, y el de decenas de grupos armados de todo tipo que cambian a menudo de alianzas. Todo ello ha favorecido el desarrollo de mafias dedicadas al contrabando de petróleo, armas, drogas e incluso de personas.