SEGUNDO ACCIDENTE EN DOS MESES EN EL PACÍFICO

Un destructor de EEUU choca con un mercante cerca de Singapur

Al menos 10 marineros del 'USS John S. McCain' permanecen desaparecidos y cinco han resultado heridos

El 'USS John S. McCain', en una imagen posterior al choque con el petrolero.

El 'USS John S. McCain', en una imagen posterior al choque con el petrolero. / KV

Adrián Foncillas

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Diez marineros estadounidenses permanecen desaparecidos después de que el destructor 'USS John McCain' chocara este lunes por la mañana contra un petrolero en las aguas de Singapur. Es el segundo accidente similar que sufre la Séptima Flota en el Pacífico después del que costó la vida a siete marineros en junio.

Singapur, Malasia Estados Unidos han enviado patrulleras y helicópteros para encontrar a los 10 marineros desaparecidos. El accidente también ha causado cinco heridos entre la tripulación del destructor, según fuentes de la Marina estadounidense. Cuatro han sido trasladados en helicópteros del Ejército singapurés a un hospital de la ciudad-estado y no se teme por su vida. El quinto no necesitó de mayores tratamientos médicos.

El aún confuso accidente ocurrió a las 5.24 de la mañana (hora local), poco antes del alba. En la colisión se han visto envueltos el destructor estadounidense con el petrolero 'Alnic MC'. Las fotos muestran los destrozos en la parte de babor del casco del primero, que se está dirigiendo a puerto sin necesidad de remolques. “La gravedad de los daños y de los heridos están siendo determinados. El incidente se está investigando”, ha informado Washington en un sucinto comunicado.

Mastodonte marino

El petrolero ha quedado indemne y no ha sufrido fugas del combustible. El 'Alnic MC', de bandera libanesa, es un mastodonte marino de 182 metros de eslora y más de 50.000 toneladas de peso. Un vertido del petróleo habría supuesto una desgracia mayúscula ya que navegaba a apenas una veintena de kilómetros al este de la costa singapuresa.

Los dos accidentes de destructores estadounidenses en dos meses provocan estupefacción entre los analistas. El Mar de la China Meridional soporta un febril tráfico ya que por ahí pasa la tercera parte del comercio global pero es necesaria una cadena de errores de bulto o mucha incompetencia para que dos barcos de esas magnitudes colisionen. Las naves cuentan con numerosos radares y suficiente tripulación para dar la alarma.

Era necesario rebobinar hasta la década de los 60 para encontrarse con un choque parecido antes de que el destructor 'USS Fitzgerald' se abalanzara en condiciones de óptima visibilidad contra un carguero filipino en el sur de la bahía de Tokio. El accidente causó en junio la muerte de siete marineros que fueron sorprendidos en sus camarotes mientras dormían.

Aquel accidente aún está siendo investigado pero ya han trascendido los suficientes indicios de mala gestión para que el Ejército estadounidense haya relevado al capitán y castigado a varios marinos.

Misiles guiados

El 'Fitzgerald' y el 'McCain' están dotados con misiles guiados, fueron fabricados en los mismos astilleros e integran la flota de ocho destructores con base en Japón con la que Estados Unidos implementó su política del giro al Pacífico después de dejarse los dientes en Irak Afganistán. Su presencia se ha acentuado durante las últimas semanas por la escalada de tensión con Corea del Norte y las mutuas amenazas de ataques preventivos.

La zona vive unos raros días de asueto después de que Kim Jong-un pospusiera el lanzamiento de misiles a la base estadounidense de Guam pero las maniobras conjuntas militares de Estados Unidos y Corea del Sur que han empezado hoy muy probablemente devolverán la retórica inflamada. Del sistema antimisiles Aegis que incorpora el McCain se espera que sirva para abatir los hipotéticos misiles norcoreanos.

Con los dos destructores en el taller, Estados Unidos pierde buena parte de su capacidad para patrullar unas aguas donde se acumulan los conflictos territoriales. China, a la que descompone ese tránsito de destructores estadounidenses por su patio trasero, ha denunciado varias veces en los últimos meses su entrada en aguas que considera propias.