Crisis en Caracas

Maduro compara a Venezuela con la Cuba de los años 60

Maduro interviene ante la Asamblea Constituyente, en Caracas, el 10 de agosto.

Maduro interviene ante la Asamblea Constituyente, en Caracas, el 10 de agosto. / periodico

Abel Gilbert

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“Como jefe de Estado, me subordino a los poderes de esta Asamblea Nacional Constituyente (ANC)”, dijo Nicolás Maduro, y envió una clara señal a la oposición que domina el Congreso así como a los alcaldes que desafían al Gobierno: si los encargados de rediseñar el orden jurídico de ese país lo desean, permanecerá en su cargo de presidente hasta agosto del 2019. 

Maduro se presentó este jueves por primera vez en la noche de Caracas ante la ANC reunida nada menos que en la sede legislativa y consideró a la Constituyente como “la única carta que le quedaba al país para buscar soluciones estructurales”. Aseguró a su vez que Venezuela está siendo sometida a presiones políticas y económicas “solo comparables” a las que atravesó Cuba en los años 60. “Han vuelto las órdenes pinochetistas a América Latina. Es expresión de la nueva era Trump: terrorismo y golpe de Estado”, afirmó.

Maduro lamentó igualmente que la UE “se ha subordinado de rodillas a Washington” y que conspiren contra Caracas “los Gobiernos más antipopulares y subordinados a la política exterior de EEUU”. El presidente pidió en ese sentido una “reunión inmediata” y “a puertas cerradas” con sus homólogos latinoamericanos para restablecer “el diálogo y la diversidad” en la región sobre la base de  “una agenda común”. Maduro cree intuir escasas posibilidades de éxito en esa dirección y por eso ratificó la alianza estratégica con China, India, Rusia e Irán. “Espero estar pronto en Rusia dándole la mano al hermano y líder de la paz mundial, Vladímir Putin”, dijo.

Dos años de deliberaciones

La ANC, aseguró Maduro por otra parte, se reunirá “hasta por dos años” y de forma “plenipotenciaria”. El presidente llamó al diálogo con la Mesa de Unidad Democrática (MUD). “Por las buenas o por las malas los vamos a sentar, pero en Venezuela tiene que haber diálogo”, dijo.

Al mismo tiempo, Maduro aseguró que los responsables de los hechos de violencia desatados desde abril deben afrontar las consecuencias de sus decisiones políticas. En ningún momento habló de las responsabilidades estatales en los más de 120 muertos. “¿Puede explicarse la quema de un ser humano? 29 compatriotas fueron incendiados vivos por parecer chavistas o ser chavistas. Eso no se ha dicho: nueve de ellos murieron. Asesinaron a un teniente de la guardia y lo apuñalaron 100 veces. La fuerza armada debe saber del odio y la intolerancia que esta gente incubó. Por qué se marcó la gente de casas chavistas. ¿Cómo se llama eso? Como la Alemania de Hitler, o la Italia de Mussolini, o la España de Franco. Hay un resurgimiento de las corrientes fascistas. Y lo impulsó la derecha. No condenaron un solo asesinato. Llamaron a la intolerancia. Para llegar a la paz hay que transitar la verdad. Lograr la reparación de las víctimas directas”.

Contra la exfiscal

“La traición se había apoderado de sus huesos”, dijo Maduro sobre la fiscal destituida por la ANC, Luisa Ortega Díaz, quien, casi al mismo tiempo, denunció ser víctima de actos de persecución que la ponen en peligro. Ortega Díaz, que se sigue considerando chavista, y que rompió con Maduro en abril cuando el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) intentó disolver el Congreso de mayoría opositora, dijo desconocer “los oscuros propósitos” que tiene el Gobierno, pero no descartó que además de “privarme de mi libertad” busquen “privarme de mi vida”. Ortega Díaz habló de una vigilancia permanente. La siguen a todos los sitios por donde se desplaza. “¿Dónde están mis derechos?”, se preguntó.

En este contexto, la Asociación de Alcaldes por Venezuela rechazó que las autoridades “encarcelen, inhabiliten o persigan” a regidores de la MUD por sus posiciones de tolerancia frente a las últimas protestas callejeras. El TSJ ha inhabilitado a los alcaldes Ramón Muchacho, del municipio de Chacao (Caracas), y David Smolansky, de El Hatillo (Miranda).