CRISIS MIGRATORIA EN EL MEDITERRÁNEO

Italia autoriza al 'Golfo Azzurro' a atracar en Sicilia 72 horas después

Martí Benach

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El barco de rescate 'Golfo Azzuro' de la oenegé catalana Proactiva Open Arms, que ha permanecido 72 horas bloqueado en el mar, ha sido finalmente autorizado este miércoles a atracar en el puerto de Pozzallo (Sicilia), según ha comunicado esta tarde la Guardia Costera italiana. La nave llevaba tres días navegando entre aguas internacionales y maltesas, porque Italia no concedía el desembarco de tres libios rescatados de una lancha a la deriva a 100 millas de las costas de Libia. El 'Golfo Azzurro' les había rescatado precisamente a instancias de las autoridades italianas.

En su comunicado, la Guardia Costera ha explicado así la supuesta descoordinación que motivó el bloqueo del 'Golfo Azzuro': "Al final de las operaciones de socorro, las autoridades maltesas disponían que la citada nave se dirigiera al puerto de isla de Lampedusa (Italia), decisión tomada sin el previsto y preventivo aval de la autoridad marítima italiana (...) la cual comunicaba la indisponibilidad del puerto de Lampedusa".

El texto de la Guardia Costera subraya que “antes de ser implicada en las operaciones de salvamento”, la nave de Proactiva se dirigía hacia Malta para la sustitución de la tripulación y que “ha permanecido en aguas internacionales a la espera de las decisiones de las autoridades de Malta, coordinadoras del socorro”, informa Rossend Domènech

Confusión y descoordinación

El bloqueo del 'Golfo Azurro', que el director de la oenegé Òscar Camps calificó de “totalmente surrealista”, ha revelado de nuevo la confusión instaurada en el Mediterráneo central y en el Gobierno italiano tras la entrada en vigor, hace una semana, del polémico código de conducta destinado a las oenegés que colaboran en el rescate de inmigrantes a la deriva.

El ‘Golfo Azzurro’, que el domingo había rescatado a tres inmigrantes libios que navegaban en una patera a unas 100 millas de Libia, regresaba a la isla de Lampedusa para desembarcarlos cuando las autoridades italianas le negaron la entrada en el puerto alegando que debían trasladarlos a Malta. Las autoridades de La Valeta impidieron también su acceso, aduciendo que el rescate se había producido más cerca de Lampedusa que de Malta.

A la espera de alcanzar una solución, el ‘Golfo Azzurro’ navegó este martes entre Malta y Sicilia, al tiempo que Camps firmaba en Roma el código de conducta aceptado por cuatro oenegés. “No entendemos nada. Llevamos un año actuando en el Mediterráneo y nunca nos había pasado nada igual. Hace una semana desembarcamos a 400 rescatados y 18 cadáveres y ahora no podemos llevar ni a tres personas a Italia. Es increíble”, declaró Camps a EL PERIÓDICO vía telefónica.

Desembarco del 'Prudence'

Paradójicamente, las autoridades italianas habían organizado el sábado sin problemas el desembarco en Lampedusa de 127 migrantes rescatados por el ‘Prudence’, un navío de Médicos sin Fronteras (MSF), oenegé que ha rechazado firmar el código de conducta impulsado por Roma.

Los medios italianos aseguraron que Italia había prohibido el acceso de MSF a la isla, pero la oenegé aseguró que el traslado de los rescatados a los barcos de los guardacostas italianos “se llevó a cabo sin ninguna incidencia” y el motivo había sido que “el puerto de Lampedusa tiene poca profundidad para que el ‘Prudence’ pueda atracar”.

Guardacostas de Trípoli

Camps denunció también las amenazas de los guardacostas libios contra el ‘Open Arms’, el segundo barco de la oenegé, contra el que este lunes llegaron a disparar al aire tras acusarlo de entrar en aguas territoriales libias y “traficar” con inmigrantes. “Los guardacostas libios financiados por Italia y la UE nos amenazaron de forma muy agresiva, llegando a dispararnos por encima de nuestras cabezas, al aire. El barco estaba a 13 millas, fuera de las aguas libias. Fue un acto deplorable”, manifestó Camps.

El incidente fue grabado por la oenegé en vídeo, en el cual se pueden oír las amenazas proferidas en inglés durante la tensa conversación con el capitán de la patrullera libia. "La próxima vez que entren en aguas libias serán tiroteados, ¿entendido?", se le oye gritar en un momento del breve diálogo. Según Camps, ambos incidentes están relacionados con la descoordinación de la UE y con su campaña para desacreditar a las oenegés que actúan en el Mediterráneo y sembrar dudas entre la opinión pública.