CRÍSIS

La extrema derecha acosa en alta mar a los barcos que rescatan a emigrantes

El barco C-Star, fletado por el movimiento ultra "Generación Identitaria", persigue en medio del Mediterráneo a la nave de Médicos Sin Fronteras con la misión de impedir que salve a refugiados

barco extrema derecha

barco extrema derecha / periodico

Rossend Domènech

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El C-Star,  un barco de 40 metros de eslora fletado por el movimiento juvenil de extrema derecha "Generación Identitaria", ha perseguido este domingo a la nave Acquarius de las Oenegés Sos-Mediterranée y Médicos sin fronteras (MSF), con el propósitro de impedirle que rescate en alta mar a emigrantes y refugiados. En el puerto de Catania, el C-Star ya había intentado impedir el desembarco de personas rescatadas y el sábado advirtió a los tripulantes del  Golfo Azzuro, de la oenegé catalana Open Arms, que no realizasen tareas de salvamento.

Matin Sellner, portavoz en Austria de “Generación Identitaria”, grupo que lleva a cabo la misión denominda "Defendamos Europa", financiada por donaciones de simpatizantes ultraderechistas de Francia, Alemania e Italia, mantiene que los medios de comunicación y los políticos "son meros espectadores" del problema de la emigración y que es por ello por lo que el movimiento de extrema derecha ha decidido "reaccionar" para detener los que ha calificado de "actividades criminales y peligrosas”.

La revista '5W' ha compartido en las redes sociales  la conversación que ha tenido Open Arms en alta mar con el barco de los ultraderechistas.

Paralelamente a la acción del C-Star, tres diaros italianoa, el 'Corriere della Sera', 'Il Messaggero' y  'Il Mattino', éste último de Nápoles, han revelado que MSF también estaría bajo investigación por haber presuntamente favorecido la emigración clandestina, la misma acusación que pesa sobre la el barco Iuventa, de la oenegé alemana Jungend Rettet.

Agente camuflado

Los diarios aseguran que imágenes grabadas por un agente camuflado en una nave de Save the Children demostrarían el intercambio supuestamente concertado de emigrantes entre traficantes y el Iuventa. Julian Pahle, portavoz de MSF, ha dicho que “suena extraño que todo esto suceda después de que hayamos rechazado firmar el Código de conducta propuesto por Interior”. 

MSF ha manifestando su deseo de que “se esclarezca cuanto antes este goteo de acusaciones que envenenan el clima”, de lo contrario, ha asegurado que abandonará la zona. A pesar de no haber firmado el código, la Guardia Costera italiana ha aceptado acoger a 137 emigrantes rescatados por MSF en Lampedusa. Su nave no entró en el puerto, pero solo porque es demasiado pequeño.