Al menos 90 muertos y más de 460 heridos en un atentado en Kabul

Al menos 90 personas han muerto y 463 personas han resultado heridas este miércoles en un atentado perpetrado con un camión cisterna bomba en una zona de alta seguridad de Kabul (Afganistán), donde se encuentran varias embajadas, el palacio presidencial y otros edificios del Gobierno afgano, la área conocida como la Zona Verde de la capital afgana. La mayoría de la víctimas son civiles, entre ellos mujeres y niños.

"Ha sido un camión bomba cerca de la Embajada de Alemania, pero hay otros edificios gubernamentales en la zona. Es difícil decir cuál era el objetivo", ha afirmado Basir Mujahid, portavoz de la policía de Kabul. La intensa humareda causada por la explosión se podía ver a distancia sobre el palacio presidencial y las embajadas.

La gran mayoría de víctimas son civiles afganos. A esa hora de la mañana, esa zona está muy concurrida por personas que se dirigen al trabajo o  niños que acuden a la escuela. Entre los heridos hay varios empleados de la embajada alemana, y un guardia de seguridad afgano ha muerto, según ha confirmado en Twitter el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel. También han resultado herdios leves once contratistas estadounidenses.

"El ataque ha tenido lugar muy cerca de la embajada alemana. Ha golpeado a civiles y aquellos que están trabajando en Afganistán por un futuro mejor para el país y con su gente. Es especialmente despreciable que estas personas hayan sido el objetivo", ha declarado Gabriel.

Por su parte, el Ministerio español de Asuntos Exteriores ha confirmado que ni el personal de la embajada española en Kabul ni los locales contratados se han visto afectados por esta explosión, que se produjo hacia las 08.25, hora local (03.55 GMT), en el Distrito Policial 10, cerca de la plaza Zanbaq en una zona cercana a las embajadas de Alemania, Turquía y Japón, precisó otro representante ministerial, Wahidullah Majroh.

POTENTE DETONACIÓN

El portavoz de la Policía de Kabul Basir Mujahid indicó que las primeras investigaciones apuntan a que el vehículo, un pequeño camión cisterna, fue cargado de explosivos y detonado en una zona de gran concurrencia de tráfico. Al cierre de esta edición ningún grupo se había atribuido el ataque. En un comunicado, los talibanes han negado estar detrás del atentado.

La potente detonación, que se escuchó en varias zonas de la ciudad, se registró en pleno mes sagrado de Ramadán y en plena hora punta de ingreso a los edificios de oficinas y a las escuelas, ya que durante esta época la gente entra una hora más tarde a trabajar. Alrededor de una treintena de vehículos que circulaban por el lugar sufrieron el impacto de la explosión, según fuentes policiales.

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El portavoz de la misión de la OTAN en Kabul, el capitán William K. Salvin, ha escrito en un mensaje en Twitter que el atentado fue perpetrado en las cercanías de la Embajada de Alemania y en este momento están revisando la situación del personal de la Alianza. Ningún grupo armado ha reivindicado todavía la autoría. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha condenado inmediatamente este "horrible ataque" en Kabul. 

El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, pidió la semana pasada a todos los grupos insurgentes que respetaran la celebración del mes sagrado y detuvieran sus acciones armadas. Sin embargo, ya el pasado domingo los talibanes cometieron un atentado con coche bomba en una parada de autobús en Khost (sureste) causando 13 muertos y 8 heridos, en su mayoría militares, en el primer día del Ramadán.

VIOLENCIA EN AUMENTO

El atentado de hoy constituye uno de los más graves que ha vivido en los últimos meses Afganistán, donde la violencia terrorista ha ido en aumento en lo que va de año, coincidiendo con el pulso que los talibanes mantienen para derrocar al Gobierno afgano apoyado por EEUU e instaurar un régimen islámico. Los dos últimos ataques de envergadura con bomba en Kabul, el último de ellos a principios de mes y ocurridos también en el área diplomática, fueron reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Desde que las tropas internacionales dejaran el país a finales del 2014, el Ejecutivo afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes y otros grupos insurgentes, y en este momento apenas controla un 57% del país, según informes de Washington.

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