REACCIONES A LAS PRESIDENCIALES EN FRANCIA

El Kremlin acoge sin entusiasmo la elección de Macron

Putin pide en un aséptico telegrama al presidente electo "superar la desconfianza" y establecer una relación constructiva

Putin, tras una reunión de su consejo de seguridad, en Moscú, el 5 de mayo.

Putin, tras una reunión de su consejo de seguridad, en Moscú, el 5 de mayo. / periodico

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Que Emmanuel Macron no era el candidato favorito del Kremlin quedó meridianamente claro a finales de marzo. Por sorpresa, en plena recta final de los comicios presidenciales franceses, la candidata ultra Marine Le Pen se presentó en Moscú e incluso llegó a ser recibida por el presidente Vladímir Putin en el Kremlin.

Este lunes, el líder ruso ha enviado un escueto telegrama de felicitación al jefe de Estado electo en Francia, conminándole a "superar la desconfianza mutua" y a establecer una relación constructiva para afrontar los desafíos como el "terrorismo" y el "extremismo militante".

Conseguir el primero de los objetivos que enumeraba Putin en su misiva se presenta, 'a priori', como complicado si se confirma finalmente que piratas informáticos relacionados con Rusia fueron los responsables de robo de miles de documentosrobo de miles de documentos de la fuerza En Marche! que encabeza Macron en la víspera de la segunda vuelta de las elecciones.

Además, durante la campaña, el equipo de Macron llegó a vetar a varios medios estatales rusos, como la cadena RT y la agencia Spútnik, negándoles las acreditaciones, y acusándoles de "difundir mentiras sistemáticamente". La polémica fue de tal calado que la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajárova, terció en el asunto, calificando la medida de "discriminación deliberada y descarada".

ASÉPTICO TELEGRAMA

En el texto del telegrama enviado a París, Putin ha admitido escuetamente y de forma aséptica que "los ciudadanos franceses" habían confiado a Macron "el liderazgo del país en un momento difícil para Europa y para todo el mundo", lejos de la efusividad que dispensó el líder del Kremlin al presidente electo de EEUU, Donald Trump, en noviembre.

La cobertura del primer canal de la televisión rusa, bajo el control del Estado, también constituye un termómetro del estado de ánimo en la élite de este país. Los informativos de la mañana han dedicado una amplia cobertura a las expresiones de malestar social en Francia y a las manifestaciones de protesta contra los resultados electorales.