CONMOCIÓN EN ALEMANIA

La policía alemana detiene al presunto autor del atentado de Dortmund

El arrestado, un hombre de 28 años con nacionalidad alemana y rusa, buscaba ganar dinero con un eventual desplome de las acciones del Borussia

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Ni ataque yihadista ni tampoco de ultraderecha. El atentado contra el Borussia de Dortmund, perpetrado el pasado 11 de abril, tenía un móvil económico según se desprende de la investigación de la policía alemana tras la detención del presunto autor,  Sergei W, un ruso-alemán de 28 años que tenía planeado hacerse rico con las tres bombas que colocó en el exterior del hotel donde se hallaba el conjunto alemán.

El detenido quería hacer saltar por los aires al equipo de Marc Bartra, que resultó herido en el atentado, para provocar el desplome de las acciones del club en la bolsa y así ganar dinero gracias a una operación financiera que había preparado meticulosamente.

HACER CAER LAS ACCIONES

Según ha averiguado la policía, Sergei W. había comprado el mismo 11 de abril un total de 15.000 opciones put o derechos de venta de acciones del Dortmund, adquiridos con un crédito de 40.000 euros. Estos derechos permiten la venta de acciones en cualquier momento hasta la fecha del vencimiento a un precio predeterminado. El objetivo era hacer caer las acciones del club alemán lo máximo posible ya que cuanto mayor fuera el desplome, más dinero hubiera ganado. De hecho, la policía cree que Sergei W. tenía previsto ganar unos cuatro millones de euros.

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Fue el banco Comdirect, a través del cual hizo la transacción el terrorista, el que puso en alerta a la policía por la elevada cantidad de dinero  de la operación, lo que hizo sospechar de una maniobra de lavado de dinero o de terrorismo.

UNA HABITACIÓN CON VISTAS

El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, calificó de acto de «repulsiva codicia el hecho de que alguien pretendiera enriquecerse matando a personas para influir en las cotizaciones en bolsa». Lo que han dejado claro las pesquisas policiales es que Sergei W. es un tipo de una gran sangre fría. No solo dejó varias pistas falsas, como los tres textos idénticos y sin rastro de huellas dactilares en los que se pedía la retirada de Alemania de la misión internacional en Siria, sino que estuvo alojado en el mismo hotel que el Dortmund y el mismo día.

Según la dirección del establecimiento, Sergei W. había reservado dos habitaciones, una entre los días 9 y 13 de abril y otra entre el 16 y 20. Lo que reclamó especialmente es que la habitación tuviera vistas a la calle donde luego tuvo lugar la triple explosión.

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UN FILETE EN MEDIO DEL CAOS

El personal del hotel ha explicado también a la policía que, en el momento de la detonación, fue el propio Sergei el que avisó a algunos trabajadores del local y que mientras todo el mundo corría despavorido, él se dirigió hacia el restaurante donde pidió un filete para cenar. La policía no cree que el terrorista contara con el apoyo de nadie sino que actuó completamente solo.

El club alemán, que se congratuló de la detención del sospechoso, anunció que aumentará las medidas de seguridad alrededor del equipo y que creará un departamento específico en este sentido. «El hecho de ser el único equipo de fútbol en Alemania que cotiza en bolsa nos ha hecho quizá ser un objetivo especial», explicó Hans-Joachim Watzke, director administrativo del club. La entidad también medita fijar unos límites para la compra-venta de sus acciones por parte de inversores.