TENSIÓN EN ASIA

Corea del Norte dice estar "lista para la guerra" tras el despliegue naval de EEUU

El régimen de Pionyang condena el envío de buques de guerra a la zona y asegura que responderá cualquier "ataque preventivo"

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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Estados Unidos Corea del Norte siguen aporreando los tambores de guerra en una competición de irresponsabilidades sin freno a la vista. Pyongyang ha aclarado este martes que está preparada para la guerra mientras espera la llegada a sus costas de una flota de ataque estadounidense. Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha irrumpido al mediodía en esta escalada de la tensión con un tuit en el que ha dejado claro que Washington está dispuesto a buscar por sí solo el desafío de Kim-Jong-un.

"Corea del Norte está buscando problemas. Si China decide ayudar, será genial. Si no, !Lo resolveremos sin ellos!, ha escrito Triump.

El envío del portaviones USS Carl Vinson y varios buques y cruceros de guerra cargados de misiles ha terminado por arruinar la precaria estabilidad en la península. Estados Unidos ha insistido en las últimas semanas en que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la militar, y la advertencia ha ganado peso tras los recientes misiles lanzados a Siria. La posibilidad de un ataque estadounidense es algo más que un temor lejano para Pyongyang. Todos los inquilinos de la Casa Blanca han rechazado por sensatez un ataque preventivo de consecuencias imprevisibles pero no parece que Donald Trump lo vea con malos ojos.

Las consecuencias serían “catastróficas”, ha avanzado hoy el Ministerio de Exteriores asiático. “Corea del Norte está preparada para cualquier tipo de guerra que Estados Unidos elija (…) La situación demuestra una vez más que Corea del Norte tiene razón al incrementar todas sus capacidades militares de autodefensa y de ataques preventivos basándose en las armas nucleares”, continúa.

No es probable que amaine la tormenta en los próximos días. Corea del Norte celebra esta semana los aniversarios de la subida al poder de Kim Jong-un y del nacimiento de su abuelo y fundador del país, Kim Il-sung. Es habitual que el régimen estalinista acompañe las celebraciones con lanzamientos de misiles o ensayos nucleares. Imágenes de satélite muestran un febril movimiento de camiones en una de las zonas donde Pyongyang realiza sus detonaciones nucleares. Esta sería la tercera del año, un ritmo desconocido incluso para los parámetros norcoreanos.

Las dudas ahora son si Pyongyang se atreverá a cometer alguna de sus tropelías habituales con la amenazante flota frente a sus costas y, en caso de que ocurra, cómo reaccionará Washington. Trump se autoerigió recientemente en el hombre que solucionaría el problema norcoreano incluso sin la ayuda china.

La diplomacia intenta en las últimas horas poner algo de cordura en la crisis. Pekín y Seúl han acordado que aumentarán las sanciones a Pyongyang en caso de ensayo nuclear o lanzamiento de misil. Corea del Sur se esfuerza estos días en subrayar su oposición a un ataque estadounidense por los riesgos directos. Seúl se encuentra a apenas una cincuentena de kilómetros de la frontera y los centenares de misiles que la apuntan serían difícilmente neutralizados.