Las víctimas del atentado en Bagdad se acercan a las 200

La indignación se apodera del barrio donde ocurrió la explosión mientras se siguen buscando cadáveres

Una familia en el funeral por los muertos en el atentado de karrada.

Una familia en el funeral por los muertos en el atentado de karrada. / periodico

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"Necesitaremos varios días para poder encontrar los cuerpos de las víctimas. Es un trabajo difícil". Así se ha expresado uno de los miembros del equipo de rescate que trabaja en el lugar donde el pasado sábado un suicida perpetró el atentado más mortífero ocurrido en Irak en lo que va de año. Ni siquiera las fuentes se ponen de acuerdo en el número de muertos. Algunas hablas de 180, otras de más de 210. Los heridos superan los 230. 

En lo que todos coinciden es en afirmar que el terrorista del Estado Islámico que hizo estallar en un zona comercial abarrotada de gente una camioneta caragada de explosivos se llevó por delante la vida de familias enteras. Era la hora de las compras para preparar la festividad del Eid al-Fitr, que marca entreel lunes y el martes el final del Ramadán.

La indigación y la rabia se ha apoderado del barrio de Karrada, donde se perpetró la matanza, una zona cuya población es mayoritariamente chií. Los vecinos protestan por la "negligencia" del Gobierno del primer ministro, Haider al-Abdi, por proteger a la población de los extremistas sunís.

DETECTORES FALSOS

Al Abdi fue abucheado y su comitiva de vehículos apedreada cuando acudió al lugar de la matanza. El primer ministro ha prometido redoblar al seguridad para evitar que vuelva ocurrir algo así, un compromiso muy difícil de cumplir en un país que, desde la invasión angloamericana del 2003, vive bajo la amenaza constante de los terroristas y los efectos de una guerra que parece no tener fin.

Además de extremar los controles de los vehículos pesados que cada día entran en la capital, Al Abdi ha anunciado la retirada de los dispositivos diseñados para detectar explosivos. Irak se hizo con gran cantidad de estos aparatos que después han resultado ser muchos de ellos falsos.

Uno de los proveedores de este dispositivos es un británico -algunos de estos falsos dispositos están basados en chips para localizar pelotas de gold perdidas- está en prisión cumpliendo una pena de diez años. El timador había vendido más de 6.000 de estos artilugios al módico precio de 40.000 dólares cada uno (unos 35.900 euros).

"La tristeza impera en Al Karrada ya que hay funerales en cada lugar. Las procesiones de los entierros prosiguen y todavía se desconcoe la suerte corrida por muchas personas", ha explicado a la agencia Efe Abí Alí Al Ameri, vecino del lugar. "El olor a muerte y la destrucción inundan la zona", ha añadido.

OFENSIVA GUBERNAMENTAL

Poco después del brutal atentado, el Ministerio de Justicia iraquí, ha anunciado que se van a acelerar las ejecuciones a los terroristas que ya hayan sido condenados a muerte. 

La ofensiva terrorista del EI coincide con la pérdida de territorio que desde hace poco estaba en manos de los yihadistas. Entre los bastiones que han sido reconquistados por el Ejéricito iraquí estos últimos meses están las ciudades de Tikrit, Ramadi y muy recientemente, hace tan solo ocho días, Faluya.

El próximo objetivo de las tropas gubernamentales, que cuentan con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EEUU, es la ciudad de Mosul, la segunda ciudad de Irak.