El Gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN acuerdan inciar el diálogo de paz

La noticia se esperaba hace casi tres años, desde el mismo inicio de las conversaciones entre el Gobierno colombiano y las FARC. En estos meses, el horizonte del final del conflicto armado se alejó y acercó, se pasó del optimismo a la certeza de su inevitabilidad, aunque todavía no se haya firmado la paz definitiva que estaba prevista para el pasado 23 de marzo, en La Habana.

En ese contexto, el Gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acaba de lograr elaborar una agenda propia con el Ejército de Liberación Nacional, la otra guerrilla que quedaba activa, con la que ha logrado abrir un diálogo formal de paz. En los contactos previos, se han puesto varios puntos sobre la mesa como la reinserción social, la democracia para la paz, la atención a las víctimas, el abandono de las armas y garantías para el ejercicio de la acción política.

CONTACTOS EN SEIS PAÍSES

La hoja de ruta fue informada por las partes desde Caracas, pero esta ciudad no se será, dada su situación de convulsión política, el centro del diálogo. Habrá, por lo tanto, más de una sede. El Gobierno y el ELN aceptaron el acompañamiento de seis países garantes: Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador.

Se convino, a la luz de la experiencia de lo ocurrido con las FARC, que las conversaciones de paz efectúen por etapas y en algunas ocasiones alternando los países, exceptuando Noruega. Se espera al respecto un inminente pronunciamiento del presidente, Juan Manuel Santos.

"SE LES ACABA EL TIEMPO"

La posibilidad de un encuentro entre las autoridades colombianas y el ELN se había convertido en los últimos tiempos en una tentativa frustrante. Como recuerda la revista 'Semana' de Bogotá, el pasado 3 de febrero, cuando se abrió un resquicio de luz, Frank Pearl, jefe de la delegación oficial en los diálogos exploratorios, envió un mensaje que parecía lapidario: “Se les está acabando el tiempo para formar parte de la solución política al conflicto armado en Colombia”.

De acuerdo con la publicación, las campanas de paz con el ELN parecían silenciarse cuando el propio Santos, el pasado 19 de marzo, dijo que no se sentaría a negociar con la guerrilla hasta tanto no liberaran a sus secuestrados. Por esos días, el cabo Jaiir de Jesús Billar y el alto consejero para la Provincia de Ocaña (Norte de Santander), Ramón José Cabrales, permanecían en poder de la guerrilla. Los cautivos fueron liberados y eso abrió le dio un halo de sonora esperanza. Hay otro dato que ponderan los analistas y permitió llegar a esta situación: se han reducido los actos armados del del ELN.

DIÁLOGO ABIERTO

A diferencia de lo que ha ocurrido con las FARC, que acaban de reunirse nada menos que con el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, en el marco de la visita de Barack Obama a Cuba, el ELN es partidario de discusiones abiertas y no cerradas.

El fin de las negociaciones de paz entre las FARC y el Gobierno obligarán al ELN a no demorarse en seguir un camino similar. Pero nada está dicho en una Colombia donde el ex presidente Álvaro Uribe ha devenido el principal impugnador de todo este proceso y acusa a Santos de ser sumamente concesivo.