Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente 'low cost' de Portugal

Futuro presidente de Portugal, el conservador Marcel Rebelo de Sousa.

Futuro presidente de Portugal, el conservador Marcel Rebelo de Sousa. / periodico

HELENA PONCINI / LISBOA

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Portugal estrena el miércoles presidente de la República con una ceremonia nada habitual, acorde con el perfil del que será el nuevo inquilino del Palacio de Belém durante los próximos cinco años: el antiguo tertuliano y conservador Marcelo Rebelo de Sousa.conservador Marcelo Rebelo de Sousa

El 'profesor Marcelo’ -como se le conoce popularmente en el país- decidió suprimir algunos de los procedimientos hasta ahora tradicionales con el objetivo de reducir costes en los actos previstos durante su toma de posesión.

Esta vez no se enviaron invitaciones oficiales a otros jefes de Estado y está previsto que sólo acudan el Rey de España y el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, ambos por iniciativa propia. Tampoco habrá almuerzo de gala en el Palacio de Queluz, como si ocurrió con el presidente saliente Cavaco Silva, en 2006, cuando hubo 116 invitados, la mayoría altas personalidades extranjeras. Un banquete que será sustituido ahora por una comida para un número de  autoridades "muy restringido", según la organización.

Un mimo por el gasto que el que fuera presidente del Partido Social Demócrata (PSD) Partido Social Demócrata (PSD)ya mostró durante la campaña electoral, carrera que ganó con más del 50 % de los votos pese a gastar menos que los otros dos candidatos más votados. Con una estrategia basada en la proximidad -y en la tremenda popularidad con la que ya contaba gracias a sus apariciones televisivas-, prescindió de los grandes mítines y recorrió el país en coche casi en solitario, dejando en la memoria colectiva imágenes tan poco frecuentes como la de un aspirante a la presidencia almorzando un sándwich y un refresco en el asiento del copiloto.

NOVEDADES SIMBÓLICAS

Tras manifestar en reiteradas ocasiones su afán por desempeñar un papel más dialogante y activo en la vida política y social del país que su antecesor, Rebelo de Sousa ha querido convertir su toma de posesión en la primera muestra de ello. En total, doce horas consecutivas de actos, algunos sujetos al protocolo habitual.

La parte más solemne será la ceremonia en el Parlamento, de donde saldrá nombrado oficialmente como nuevo jefe del Estado tras jurar la Constitución. El protocolo ha tenido que ser modificado ligeramente debido a la inexistencia, por primera vez en democracia, de la figura de la primera dama.

Las diferencias más notables, no obstante, tendrán lugar por la tarde. Católico confeso, la jornada continuará con un acto inédito en la Mezquita de Lisboa: una oración ecuménica en la que estarán representadas además de cristianos y musulmanes, cerca de una veintena de confesiones diferentes. ¿El objetivo?, fomentar el diálogo interreligioso y cultural.   

Como colofón está previsto un concierto abierto al público y orientado a los más jóvenes al que asistirá el ya nuevo jefe de Estado y que tendrá lugar en el mismo lugar donde fuera proclamada la República portuguesa en 1910. Entre las actuaciones a destacar, la del cantante de quizomba con más éxito del momento, Anselmo Ralph, la fadista Mariza y la del músico Pedro Abrunhosa, crítico con el hasta ahora presidente, Aníbal Cavaco Silva.

ADIÓS DE UN HOMBRE CLAVE

En medio de la vorágine de actos preparados para su toma de posesión, Rebelo de Sousa cumplirá con la tradición de condecorar a su antecesor. Con diez años como primer ministro (1985-1995) y otra década en la jefatura de Estado, Cavaco Silva se despide no sólo del cargo, sino de la vida política, una de las más longevas del país. Y lo hace con los niveles de popularidad más bajos que se recuerdan.

Conservador y de profundas convicciones religiosas, durante su mandato mantuvo un permanente enfrentamiento con el que fuera primer ministro, el socialista José Sócrates, e hizo uso de su capacidad de veto en diferentes ocasiones, mostrando su rechazo a leyes como la de la adopción por parejas homosexuales o el aborto. Figura clave en la historia del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha), pone fin a una etapa no sin antes haber hecho aquello que muchos pensaban que jamás haría: encargar Gobierno a una alianza de izquierdas liderada por António Costa.

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