Condenados a cuatro años de cárcel los traficantes que organizaron el viaje del pequeño Aylan

Un tribunal turco considera culpables a dos sirios del naufragio de la embarcación en que viajaba

El niño sirio Aylan Kurdi, ante un guardacostas en la playa de Turquía a la que llegó su cadáver.

El niño sirio Aylan Kurdi, ante un guardacostas en la playa de Turquía a la que llegó su cadáver.

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Un tribunal turco ha condenado este viernes a cuatro años y dos meses de cárcel a los dos traficantes sirios que organizaron el viaje en barca en el cual falleció ahogado Aylan Kurdi, el niño de tres años cuya imagen boca abajo en una playa de la costa de Turquía se convirtió en el icono del drama de los refugiados.

Los sirios Muwafaka Alabash y Asem Alfrhad han sido considerados culpables por un tribunal de la localidad turca de Bodrum de un delito de "tráfico de inmigrantes" pero les ha absuelto de "negligencias deliberadas con consecuencia de muerte" argumentano falta de pruebas, según la agencia de noticias turca Dogan.

Ambos se enfrentaban a una posible pena de hasta 35 años de cárcel si se hubiera probado el delito de negligencia deliberada. No obstante, el tribunal no ha querido aplicar en ellos una sentencia ejemplarizante de cara a las personas que integran las mafias de tráfico de seres humanos y que están ganando millones de dólares aprovechándose de la necesidad de los miles de refugiados que huyen de las guerras en Oriente Próximo. De hecho, la sentencia llega a menos de tres días de que la Unión Europa y Turquía, un país al que se acusa de hacer la vista gorda con el tráfico de personas.

CON SU HERMANO Y SU MADRE

El pasado 2 de septiembre, una embarcación sobrecargada de refugiados sirios que había salido de la costa de Turquía con destino a Grecia naufragó en el Egeo, causando la muerte de 12 personas. Entre ellas estaban el pequeño Aylan, su hermano de cinco años y su madre, de 30. 

En un principio, Abdulá Kurdi, el padre del pequeño Aylan, también estaba acusado en el juicio, aunque posteriormente los miembros del tribunal retiraron los cargos contra él. De hecho, durante el juicio, los dos acusados señalaron que había sido el padre del niño el verdadero organizador de un viaje que acabó en tragedia. El padre del niño, que reside en el Kurdistán sirio, siempre ha negado esas acusaciones y ni siquiera ha tenido que declarar en el juicio.

La estampa de la muerte de Aylan, con su frágil e inerte cadáver boca abajo en la arena de la playa, sacudió a la opinión pública internacional y generó una oleada de solidaridad con los refugiados sirios que arriesgan su vida para huir de la guerra que asuela su país. No obstante, la muerte de Aylan no fue la última. Desde entonces, han muerto al menos 30 niños en naufragios de embarcaciones que, desde Turquía, intentan alcanzar la costa de Grecia.