CRUCE DE REPROCHES

El Vaticano dice que las palabras del Papa sobre Trump "no son un ataque personal"

El portavoz papal sale al paso del alud de críticas y puntualiza que el Pontífice "no entraba en las cuestiones del voto en la campaña electoral de EEUU"

El Papa, antes de subir al avión, durante su despedida en el último día de su visita a México, en Ciudad Juárez, este jueves.

El Papa, antes de subir al avión, durante su despedida en el último día de su visita a México, en Ciudad Juárez, este jueves. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH

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El Papa no ha censurado o atacado al candidato republicano, Donald Trump, cuando de regreso de su viaje a México dijo que “quien construye muros no es cristianocristiano”, porque la frase “no se circunscribe a este caso, sino que es una actitud general y el tema de la acogida y de construir puentes en lugar de muros es una característica de este pontificado”.

El portavoz papal, Federico Lombardi, ha tenido que salir al paso este viernes sobre el alud de críticas, sucesivamente diluidas por el mismo Trump, por haber dicho lo que dijo el Papa a los 76 periodistas que le acompañaban en el vuelo de regreso, con los que habló, respondiendo a sus preguntas, durante más de una hora. Dialogando con un redactor de Radio Vaticano, Lombardi ha puntualizado que “el Papa no entraba en las cuestiones del voto en la campaña electoral de EEUU y ha dicho también (el Papa) que lo dicho se refería al caso de que fuese exacto y correspondiese a la verdad cuanto le habían referido”.

También Trump ha dado este viernes marcha atrás respecto a las primeras reacciones incendiarias contra el Papa y su entorno, al explicar en la CNN que Francisco “es un tipo maravilloso” y que “no creo que esto sea un litigio, sino que ha dicho algo que era mucho más suave respecto a lo que han retransmitido los medios”. Sin embargo, 24 horas antes Trump había dicho textualmente: “El papa Francisco dice que Donald Trump no es una buena persona, pero yo lo soy y soy un buen cristiano, orgulloso de serlo”. Seguidamente, leyendo un comunicado, había añadido: “Para un líder religioso, es vergonzoso poner en duda la fe de una persona y si soy elegido presidente defenderé el cristianismo y no como sucede ahora con este presidente (Barak Obama)”.

Trump había ido incluso más allá de cuanto la diplomacia requiere en aquellos niveles, afirmando que “si y cuando el Vaticano fuese atacado por el Estado Islámico, lo que como todos saben es el máximo trofeo que los terroristas quisieran, os puedo garantizar que el Papa se pondría a orar para que Donald Trump fuera presidente de EEUU”. A continuación, el candidato Trump acusó al Gobierno mexicano de “moverse con astucia”, respecto a la visita del Papa. "Piense en los muros que circundan el Vaticano", añadieron el viernes los colaboradores de Trump, tal vez ignorando que aquellas murallas, diseñadas por Miguel Ángel, indican una frontera entre el Estado Pontificio e Italia.

ACOGIDA Y SOLIDARIDAD

“El Papa lo dice siempre y continuamente que hay que construir puentes y no muros, es su actitud general, muy coherente con sus indicaciones de seguir con coraje las indicaciones del Evangelio sobre acogida y solidaridad”, ha puntualizado Lombardi.

Más allá de puntualizaciones, desmentidos y marchas atrás, una de las imágenes más simbólicas del viaje del Papa a México será la de Francisco solitario y de pie y bendiciendo a mexicanos en México y a mexicanos-estadounidenses separados, no solo por el río Grande, sino por vallas y muros que se oponen a su mensaje de acogida y a su línea de abatir todos los muros. Tal como ha sucedido con Cuba y Estados Unidos, el Vaticano y Rusia y, próximamente, entre el Vaticano y China.